Postrimerías

—La memoria me falla, pero sé quién eres. ¿Vienes ya por mí?

—Llevo mucho acompañándote, pero no, morirás poco a poco.

—Preferiría una muerte rápida, imprevista.

—Lo siento, es tu destino, pero tranquilízate, no soy tan cruel como piensas, te iré quitando lentamente la memoria, la consciencia y el raciocinio.
Escrito por Crispín - Web
Anónimo hasta noviembre

3 comentarios :

  1. Tú último párrafo me estremece, ya que es una realidad que he vivido por desgracia varias veces con familiares cercanos. Entiendo la súplica del enfermo, más vale una muerte rápida.
    Buen relato, me ha gustado.
    Un abrzo, anónimo.

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  2. El terrible Alzheimer. A veces, peor que la muerte. Casi siempre.
    Saludos

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  3. Pues menos mal que no es cruel!!
    Me ha gustado. Besos.

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