Las Guerras del Martillo: Vientos de guerra (VI)
Serpientes aladas sobrevolaban el Imperio, envenenando el paisaje con su aliento. Hordas orcas penetraban hasta donde alcanzaba la vista, arrasando todo a su paso. Atronadores tambores de guerra rugían furiosos, mientras lanzaban, enloquecidos, goblins desde catapultas. Gigantes exaltados devoraban sus propias tropas fuera de control.
La Gran Guerra había estallado.
La Gran Guerra había estallado.
El gran colofón no podía ser otro que la Gran Guerra. Las maniobras en la sombra del conde Elector han dado sus frutos y desembocan en este relato, que con gran fuerza pictórica, rica en personajes fantásticos y en acción, que nos retrata una escena con reminiscencias de epopeya y vibraciones apocalípticas.
ResponderEliminarEnhorabuena, Raquel, por la culminación brillante de una saga que abre un capítulo distinto en la página, a mi entender, abriendo las puertas al género de la fantasía épica. Todo un logro. Un fuerte abrazo.
Nos introduces de forma "muy visual" en el ¿inicio? de ese horror que siempre supone el estallido de una guerra, como si todo lo que nos conduce hacia ella no lo fuera ya. Hasta he mirado lo que es un goblin. Cómo siga leyéndote, voy a aficionarme al género. Espero no ser un caso perdido. Me ha gustado seguir todo el recorrido de tu "leyenda". Suerte, Raquel. Besos.
ResponderEliminarLa guerra, más si se le añade el apócope "gran", es la culminación de algo que se ha venido alimentando durante tiempo atrás. Los ejércitos no se improvisan de un día para otro. Las causas que motivan la peor de las soluciones siempre vienen de lejos, los cinco episodios anteriores de esta saga son una muestra de ello. A partir de ahora solo queda esperar desolación, algo que se repite en la fantasía o en la vida misma. Que todas las contiendas sean tan imaginativas e interesantes como esta saga.
ResponderEliminarUn abrazo, Raquel
Vientos de guerra, como no podía ser de otra manera después de leer los otros cinco capítulos de la serie...
ResponderEliminarAquí acaba una etapa, pero empieza otra mucho peor que seguro que acaba destruyendo más si cabe lo que ya estaba destrozado.
Enhorabuena, Raquel, tu imaginación ha salido victoriosa en todos los capítulos.
Un beso.
Malu.
Tu cabeza es una tormenta imaginativa capaz de inventar un nuevo mundo. La guerra ha estallado, y mi asombro por tu magistral saga, Raquel.
ResponderEliminarBesote.
Pablo
Una saga impecable, al leerla es como si dentro de la cabeza se escuchase una banda sonora de Howard Shore. Me gusta mucho, Raquel. Felicidades y un beso.
ResponderEliminarEs tremendamente visual, imaginación a mil. Un beso.
ResponderEliminarDescribes el inicio de una guerra terrible, pero lo haces con un lenguaje que seduce con su visualidad y su ritmo, que no necesita de banda sonora para transmitirnos su musicalidad. Será una guerra, sí, pero una cuya lectura es altamente disfrutable.
ResponderEliminarEnhorabuena por la saga, Raquel y ¡Bravo! por este apoteósico final.
Besos.
La preparación de la guerra ya se ha venido gestando en los capítulos anteriores. Ahora nos describes de modo muy visual y sonoro la llegada de los ejércitos contrincantes.
ResponderEliminarEnhorabuena por esta saga épica, Raquel. Un beso.
Hola, Raquel
ResponderEliminarla guerra se presiente, la anuncia el lenguaje que has elegido, lleno el texto de términos sobrecogedores, pletóricos de fuerza, plagado de seres de la fantasía. Y sí, la gran guerra por fin ha estallado con todo ese aparato lingüístico que le sirve de preámbulo, guerra que se ha venido cociendo en los anteriores micros de la saga. Me gusta esta sexta parte. Enhorabuena. Un beso y feliz todo para ti siempre. Dicen que toda generación conoce una guerra. Con la de tu texto nos conformamos ¿verdad?
¡Qué horror, Raquel!. No quiero ni nombrar la situación terrible y sombría que nos presentas.
ResponderEliminarBesito virtual
¡Madre mía! Desde Sabadell ya se huele la sangre y todo. Estás hecha una corresponsal de guerra estupenda, Raquel.
ResponderEliminarCuando está en juego el poder, la guerra es inevitable. Fantástico colofón. Un abrazo, Raquel.
ResponderEliminarCon enorme fuerza llega este retrato de guerra en ese mundo donde se perciben todos los actores desplegados en el tablero de batalla. Vista, oído y olfato se ponen en pie de guerra para abarcar todo detalle de lo que se avecina.
ResponderEliminarMe gusta mucho cómo lo has contado, Raquel.
Un abrazo.
Gracias chicos. ❤️💙💚💛💜
ResponderEliminarLa Gran Guerra ha estallado y las serpientes aladas vuelan por aquel cielo causando temor a propios y extraños. Qué fantástico relato, habrá que refugiarse para que nos pille a salvo.
ResponderEliminarMe ha encantado, Raquel.
Un abrazo.