Tres mujeres
Tres mujeres, del mismo año, del mismo lugar, arcaica educación de la llamada clase obrera.
Sus caminos se bifurcan. Yeyé, hippie y tradicional, sus errores con los hombres convergen en un mismo destino, una amarga soledad. Ellas, desnudas frente a un espejo, se preguntan el porqué de su mala fortuna.
Sus caminos se bifurcan. Yeyé, hippie y tradicional, sus errores con los hombres convergen en un mismo destino, una amarga soledad. Ellas, desnudas frente a un espejo, se preguntan el porqué de su mala fortuna.
Al final todos quedamos solos, quizá soledad es la palabra que mejor nos encaja. Un buen relato.
ResponderEliminarLa soledad no entiende de edades, razas ni genero. A todos, de una forma u otra nos acompaña, aunque a veces parezca que nos envuelve el barullo.
ResponderEliminarBuena forma de presentarla, Juanes.
Suerte
La soledad, siempre nos acompaña. Un beso.
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