La paciencia del paciente

Decía sí con un par de pestañeos, solo uno para el no, guiñaba el ojo izquierdo para el no sabe y el derecho para el no contesta. La misma rutina de todas las semanas para cumplimentar las cincuenta preguntas de la encuesta de satisfacción, en la unidad de enfermos terminales.
Escrito por Rafa Olivares - Web

20 comentarios :

  1. ¡Qué imaginación! ¡Qué historia más bien contada! ¡Qué de historias encierran estas sencillas cincuenta palabras!
    Logras que el lector tenga una amalgama de sensaciones, como si los sentidos se encontraran en una montaña rusa.

    Me ha encantado.

    Abrazo.
    Pablo

    P.D. Se te echó de menos en Sevilla.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pablo. No me recuerdes lo de Sevilla que aún estoy llorando. En mayo del próximo año no comprometo ninguna fecha hasta que sepa la de la microquedada.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. María Sotés28/5/18, 17:29

    Hola, Rafa. Me ha encantado. Finísimo y negrísimo humor el que desprende tu relato. Enhorabuena. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En las situaciones más insospechadas puede surgir la inevitable burocracia. Gracias, María, por comentar.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Carmelo Carrascal28/5/18, 18:43

    Encuestas mil para los big data.

    Rafa, al paciente tan paciente de tu historia le salen al año cincuenta y dos micros de los nuestros, pero sin palabras, gesticulares. Un campeón.
    Ya es incordiar, pero hay que encuestar. Es preciso hacerlo hasta el final. Es obligado alimentar la voraz máquina de calcular y que él, el enfermo terminal, se sienta "atendido", aunque sea al precio de darle la murga y no dejarle en paz. Menudo panorama el que se nos presenta para antes de terminar esto. ¡Uf!
    Lo retratas con una ironía envidiable.Me ha gustado.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una forma de despedirse de este mundo con la satisfacción del deber cumplido.
      Gracias, Carmelo.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Con esa ironía tan tuya, tan bien desplegada, dejas en evidencia lo que significan los pacientes para algunos profesionales de la sanidad e instituciones; simples números, a veces primos, con los que embellecer sus currículums o estadísticas.
    Un placer leer una nueva microráfaga de buenas ideas junto con ese arte para expresarlas.
    Enhorabuena, Sr. Olivares.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo lo justifica el conocimiento del grado de satisfacción con que los pacientes se marchan de este mundo. Como bien dices, una treta para lucir en currículums y presentaciones.
      Gracias, Antonio.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Compruebo que, tras tu brillante cambio de registro, vuelves al "sello-Olivares".
    Estupendo relato en el que, una vez más, recurres hábilmente a la ironía para abordar/bordar un tema serio, muy serio.
    Enhorabuena y mucha suerte. Ahora y siempre.

    Un beso,
    Nuria
    P.D. La "Anónima Admiradora"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Volvemos al sello de 20 céntimos, que mantenerse en el otro registro solo puede llevar a la depresión.
      Gracias, mi querida anónima Nuria e injustificada admiradora, por tus generosos comentarios y deseos.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Antológico.
    Debería repartirse por las empresas de telefonía, automoción, banca, hipermercados, etc. a ver si alguna se percata de su extrema pesadez. Supongo que ha sido el límete de 50 palabras lo que te ha impedido decir que dichas encuestas, además, te las solicitan cuando estas comiendo o un poco más tarde, en hora de siesta que es peor.
    Pero así es. Antológico, padrino.
    Te iba a mandar dos abrazacos pero sólo te envío uno por no haber estado en Sevilla. Lo siento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uno está bien, que en el pecado llevo la penitencia. Ya me he inscrito para Galicia, sea cuando sea.
      Lo de las encuestas, ya sea como estudio o como trampa para colarte un producto, ya roza el absurdo que he pretendido transmitir.
      Gracias, ahijado. Yo sí te mando dos abrazacos que sé que estuviste en Sevilla.

      Eliminar
  7. Mordaz crítica sobre esos estudios de mercado que solo ven al ser humano como cliente. Una oferta y demanda insensible ante los sentimientos. Genial, Rafa, enhorabuena. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La falta de sensibilidad llevada al límite y en el terreno en el que resulta más incomprensible.
      Gracias, Salvador.
      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Pues si me hicieran una encuesta de satisfacción al leer tu relato, donde 0 es poca y 10 mucha, seguro que diría... un diez! Excelente, irónico y con el final mordaz que lo hace perfecto. Abrazos, Rafa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Baja, baja la nota que no estoy acostumbrado y me puede sentar mal. Gracias, Pepe, por tus generosos comentarios.
      Un abrazo.

      Eliminar
  9. Mordaz a tope, muy bueno. Un beso.

    ResponderEliminar
  10. Lo cuidan tan bien que no se "termina" de ir, jajaja...
    El pobre hombre podría dedicarse a "trolear" las respuestas, algo así como parpadear tres veces o guiñar los 2 ojos de forma alternativa a gran velocidad. Igual así lo dejaban en paz ;-)
    Divertido per con una buena crítica incluída.
    Un petó!
    Carme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, los que evalúan mal no tardan en extinguirse y las puntuaciones vuelven a subir.
      Gracies, Carme. Petonets

      Eliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!