Cuidado con el perro
Despertó de madrugada, sobresaltado. Estiró un brazo hacia el velador. Sintió un dolor agudo. Oyó sus huesos crujir. Estaba inmóvil. Pudo ver al caniche toy. Las mandíbulas desencajadas. Los ojos en llama. Cerró sus ojos, pensó: "Es una pesadilla". Lo hallaron muerto. El caniche, de su suegra, en su regazo.
Jajajaaa, lo tenía bien amaestrado.
ResponderEliminarBuena entrada. Bienvenido al grupo.
Un saludo, C.
Muchas gracias María, por tu comentario. Estoy abierto a críticas constructivas, ya que no publico seguido, y así poder ir puliendo mis escritos. Desde ya muchas gracias.
ResponderEliminar