Cuidado con el perro

Despertó de madrugada, sobresaltado. Estiró un brazo hacia el velador. Sintió un dolor agudo. Oyó sus huesos crujir. Estaba inmóvil. Pudo ver al caniche toy. Las mandíbulas desencajadas. Los ojos en llama. Cerró sus ojos, pensó: "Es una pesadilla". Lo hallaron muerto. El caniche, de su suegra, en su regazo.
Escrito por C. Alejandro Marrero

2 comentarios :

  1. Maria Galerna29/8/18, 18:46

    Jajajaaa, lo tenía bien amaestrado.
    Buena entrada. Bienvenido al grupo.

    Un saludo, C.

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  2. Muchas gracias María, por tu comentario. Estoy abierto a críticas constructivas, ya que no publico seguido, y así poder ir puliendo mis escritos. Desde ya muchas gracias.

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