Destellos (I)

El sol se despertó tempranito, casi de madrugada. Sus rayos iluminaban los esteros, las llanuras, las montañas. Buscaba a su amada y no la encontraba.

Al otro lado del mundo, su novia, la luna, aún dormitaba, esperando por él sollozaba, dejando caer lágrimas en forma de estrellas sobre su almohada.
Escrito por Luis Escorche - Facebook
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6 comentarios :

  1. Hola, Luis. Nos presentas un bello texto, teñido de certera evocación y poesía, con el que que consigues que, aunque seamos conscientes de que ese encuentro seguramente no se llegue a producir nunca, soñadores y esperanzados, aguardemos que esa reunión se lleve a cabo. Suerte y un saludo.

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  2. Hola, gracias. Se le agradecen sus lindas palabras, siempre hay esperanza en el que espera, sobre todo en el amor. Saludos.

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  3. Muy tierna y poética la inspiración de tu relato, Luis. Lo he disfrutado mucho.
    Saludos y suerte.

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    Respuestas
    1. Gracias, me alegra lo de "disfrutado mucho"..creo que esa es la idea del que escribe; hacer que el que lee disfrute con su lectura,excelente si se logra, humildes saludos.

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  4. Esos enamorados tienen una lucha de egos, cuando se cruzan se eclipsan el uno al otro. Buen micro.
    Saludos.

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  5. Gracias, jaja cierto...se buscaran una eternidad, separados por siempre. Quien sabe.

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