Por fin, libre

Las vacaciones tan ansiadas habían llegado. Debía aprehender con sus manos la ansiada libertad laboral, para disfrutarla. Pero su paupérrimo salario no daba para más.

Decidió que viajaría a la nada. Convertiría la ciudad en su destino y cumpliría su sueño: ¡no ver a su jefe durante un mes!
Escrito por Gloria Arcos Lado

3 comentarios :

  1. Lo de la salud y el amor está muy bien y es necesario, pero el dinero, poderoso caballero, manda y condiciona y, de qué forma. Da alas o las corta, así de claro. Ahora bien, también es cierto que el que no se conforma es porque no quiere. La ciudad en la que vivimos tiene atractivos que merecen la pena, a los que, por proximidad, no prestamos la debida atención. La lectura es otra forma de viajar, la escritura y la imaginación son una autopista a cualquier lugar. No hacer nada es una opción muy respetable. No ver al jefe durante un mes, todo un regalo.
    Un relato pegado a la realidad, en el que cualquiera podría verse reflejado.
    Un abrazo, Gloria

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  2. Hola Gloria soy Alejandro Marrero, ojalá yo pudiera estar un mes de vacaciones, lejos de mi jefe,puest p que mi jefe soy yo.

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  3. Con imaginación,todo es posible,incluso disfrutar de unas vacaciones sin moverse del sitio.Me gustó.

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