El relevo
Al cruzar la plaza saludas, como siempre, al anciano de bronce que ocupa el tercer banco. Alegremente tomas asiento al lado y bromeas sobre los beneficios de estar solo.
Sólo cuando empiezas a notar rígidas las manos, la cara, el anciano se incorpora y marcha; no sin antes desearte suerte.
Sólo cuando empiezas a notar rígidas las manos, la cara, el anciano se incorpora y marcha; no sin antes desearte suerte.
Un relevo sacado de una de las plumas más originales de esta comunidad. Una historia mágica que, como no podía ser de otra forma, nos deja un micro con una potente imagen, y es que eres el mago de las imágenes. De hecho, no podríamos pensar en cincuenta sin tus ilustraciones y el encabezamiento que cada año salió de tu prodigiosa imaginación y cariño. Porque cuando las cosas están tan bien hechas, es porque además de la maestría van regadas de un inmenso amor.
ResponderEliminarUn micro excepcional en el que una figura toma vida justo cuando entra en contacto con una vida que se convierte en figura de bronce. Un título para enmarcar.
La tuya ha sido una trayectoria brillante y he de destacar el trabajo que has hecho para que esta página luzca como lo hace, siempre desde la humildad y el anonimato, demostrando lo grande que eres. De ti tampoco me despido porque sé que nuestros caminos se van a cruzar muchas veces. Eres otro amigo de los que merece mucho la pena que me llevo para siempre.
Un inmenso abrazo, Ignacio.
P.D. Te deseo lo mejor para tu Lega... menos mañana 😉. Algún año iré contigo a ese encuentro.
Otro abrazo.
Gracias Pablo, se te quiere y se te aprecia, pero sobre todo se te lee y se te admira. Eres un fenómeno.
EliminarP.D. Mejor no contesto... jajajaja
Pero qué maravilla, Ignacio. Qué espléndido relato te has sacado de la chistera para engalanar aún más esta corona de cuatro puntas que son los relatos del último día de 50 palabras.
ResponderEliminarTienes una enorme clase escribiendo y si a ello le sumas la calidad de tus guiones, el disfrute a este lado de la pantalla está asegurado.
Por favor, si alguna vez decides publicar historias ilustradas por ti, prométeme que seré el primero en saberlo.
Ha sido, y seguirá siendo, un placer.
Un abrazo enorme y hasta pronto
Imagino que no será difícil encontrarte siguiendo la pista de los buenos relatos. Nos vamos leyendo y espero que nos veamos pronto. Cuídate.
EliminarUna historia llena de magia y originalidad para cerrar nuestro querido Cincuenta: el hombre que sustituye a la estatua de bronce cuando esta cobra vida.
ResponderEliminarA ver quíén es capaz de sustituir al Ignacio narrador de sorprendentes y brillantes micros, de los fabulosos diseños de página y de los libros que acabarán haciendo historia. Pero hay mucho más. Detrás se esconde un hombre bueno, que pretende pasar desapercibido, con un notable sentido del humor. Escribe, dibuja, diseña. Y que yo lo vea. Hasta siempre, querido amigo.
Querida Cecé, muchísimas gracias. Seguiré leyéndote por si se me pega algo. Un beso.
EliminarUn relato digno del momento.
ResponderEliminarGracias Ignacio, un abrazo.
Alvaro Abad.
Muchas gracias, Álvaro. Un verdadero placer.
EliminarLa suerte es la de quienes hemos tenido, y esperamos seguir teniendo, la oportunidad de conocerte y "criticarte"....
ResponderEliminarCon Cincuenta o con Doscientas...Un abrazo de los buenos.
Como miembro del Comité de Bienvenida de esta humilde comunidad me alegro especialmente de haberte conocido y arreglado el mundo en nuestros encuentros que, sobra decir, espero que se repitan.
EliminarUn abrazo de M50.
Creatividad y visión original, trabajador donde los haya, con una generosidad que todos disfrutamos.
ResponderEliminarLa vida es compleja y el futuro nunca está definido, hasta los hombres de bronce se vuelven de carne cuando nadie lo espera y viceversa, pero yo sí tengo claro que ni trecemil millones de orientales podrán contigo, que seguiré leyéndote, que seguiré viéndote, que el Lega tiene mucha suerte de recibir tu aliento, como yo la tengo de conocerte.
Un abrazo muy grande
Hombre, Ángel, si tuviéramos que hablar de alguien que transmita infinita generosidad, humildad y calidad humana todos los miembros de Cincuenta sabemos a quien nos referimos. Se te aprecia y espero que nos veamos pronto. Un abrazo.
Eliminar¡Uffffff! Siempre me gustó la magia, la fantasía, la ciencia ficción y la imaginación desbordante y desbordada.
ResponderEliminarTú las posees todas. Muchas gracias por tu buen hacer, tu altruismo y por tu trabajo. Un fuerte abrazo.
Gracias sinceras desde este banco en el que espero que pronto venga alguien a darme palique, aunque sea un selfie... jajaja.
EliminarUn abrazo.
Magnífico relato de cierre, Ignacio, de múltiples lecturas y con la magia de tu genuino sello. Aunque tengo la impresión de que huyes de los focos, la enorme calidad y originalidad de cuanto haces no pueden pasar desapercibidas. Ya te dije que eres uno de mis cincuentistas de culto, y la lista es brevísima. Muchas gracias por tu valiosa contribución a dar forma material a nuestro mundo de Cincuenta y enhorabuena por tu arte. Me encanta el modo en que te ha definido Carmen.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta pronto.
Sabes Enrique que te aprecio y te admiro muchísimo, que no hace falta que diga que destacas en esta comunidad, que tienes madera para hacerte un nombre en esto de las letras y que presumiré de conocerte cuando llegue ese momento. Un abrazo.
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