Se alquila
Hoy por fin tengo nuevos inquilinos.
Aun habiendo rebajado el precio poca gente se interesaba por esta casa. No deberían escuchar los rumores que difunden mis vecinos.
Escondido en el sótano les observo, embelesado. Parece una familia perfecta. El marido se llama Álex.
¿Será el primero que venga a verme?
Aun habiendo rebajado el precio poca gente se interesaba por esta casa. No deberían escuchar los rumores que difunden mis vecinos.
Escondido en el sótano les observo, embelesado. Parece una familia perfecta. El marido se llama Álex.
¿Será el primero que venga a verme?
¡Una de fantasmas! Cuanto voy a echar de menos leer estos mini relatos.
ResponderEliminarUn abrazo Pepe,
Seguro que nos seguimos leyendo.
Gracias Raquel, te digo lo mismo. Ha sido placer y habrá que dejar la puerta abierta a nuevos encuentros. Besos y abrazos!
EliminarCincuenta Palabras ha sido la casa de todos durante unos años inolvidables, con Álex como principal responsable de una familia perfecta.
ResponderEliminarNunca olvidaremos este lugar de encuentro. Ahora, gracias a tu relato, al fin he comprendido que esa magia se debía a la existencia de un espíritu especial.
Nos seguimos leyendo, Pepe
Un abrazo fuerte
Ángel, en esta que ha sido nuestra casa, tú has sido para mí un elemento esencial, por tu amabilidad y tus acertados comentarios. Un abrazo y seguro que seguimos en contacto.
EliminarConque eras tú quien estaba escondido llenando nuestra imaginación de terrores y pesadillas. Qué bien has disimulado, Pepe, mientras nos hacías sonreír con tu humor socarrón. Menos mal que la familia ha sabido comportarse, con un pater familias como Álex.
ResponderEliminarNos seguimos leyendo fuera de Cincuenta. Abraçades.
Gràcies, Carmen. Que conste que no he tenido nada que ver con la posible desaparición de Álex en ese sótano misterioso. Es lo que tiene la ficción, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
EliminarHa sido un verdadero placer coincidir en esta página. Hasta pronto. Abraçades!
Vaya, vaya...¡cualquiera alquila una casa hoy en día!...Siempre lo he sospechado, estabas oculto, observando...¿cómo sino ibas a imaginar y construir tan magníficos relatos? La gran familia de Cincuenta palabras con Álex a la cabeza hemos sido testigos de tu genio. ¡Por muchos relatos más sea donde sea!
ResponderEliminarGracias, Aurora. Un pelín exagerada, la verdad. Uno de los motivos de los que estoy orgulloso es por haber colaborado a tu interés por este formato de relatos. Ha sido un placer leerte. Seguimos en contacto, claro que sí. Abrazos!
ResponderEliminarEse fantasma tuyo, tan vivo, se nos hace cercano en tu relato. Hay veces que me gustaría ser fantasma y estar sin ser visto. Si me prometes volverme a la vida, seré tu fantasma por algún tiempo. Gracias por tantos ejercicios de imaginación.
ResponderEliminarGracias a tí, Salvador, por formar parte de este grupo que tantas satisfacciones me ha dado. Un abrazo!
EliminarInquietante relato. Me encanta que en tan pocas palabras se cree un clima de misterio, lo que es harto difícil. Ese fantasma acabará siendo visitado, y lo mismo le da por escribir y todo.
ResponderEliminarGenial tu micro, Pepe.
Te mando un fuerte abrazo para Valencia y espero que nos leamos pronto.
Pablo
El que estoy encantado de que te haya gustado este 50 soy yo. Es emocionante acabar esta aventura, rodeado de tan buenos amigos de la escritura breve como vosotros. Abrazos, Pablo!
EliminarQue bonito relato Pepe, me encanta el final digno para tan buen personaje.
ResponderEliminarUn abrazo y un seguir leyendo tus relatos a futuro.
No sabemos mucho de la naturaleza de ese posible fantasma, pero disculpa que no haya podido evitar pensar que era tu álter ego, con lo que acto seguido he pensado que, fuera lo que fuera, se trataba de un buenazo que no iba a hacer ningún daño a los nuevos inquilinos. Muy al contrario (supongo que es a lo que apunta tu final), quizá la familia de ese tal Álex esté compuesta por 830 relatistas, y el embeleso de tu personaje se troque en desesperación, jajaja.
ResponderEliminarA ti, curiosamente, de no haberte conocido en Cincuenta Palabras lo habría hecho después en alguno de estos eventos de la zona, de los que tú eres parte muy responsable. El caso es que cuando coincidimos la primera vez en persona nuestra amistad ya tenía un buen camino hecho. Ahora toca mantenerla, por supuesto, y confío en que pronto podamos tomarnos algo juntos y charlar un buen rato.
Hasta pronto, pues, amigo Pepe.
Un fuerte abrazo.