Una lejana ladera se avistaba en el horizonte, pasos cortos daban en busca de no sé qué lejano recuerdo que, tal vez, despertara en ellos algo de esa profundidad de lejanos tiempos.
—¿Recuerdas esa cueva?
—Tiempos remotos rememoras hoy.
—Sí, remotos para nuestros tiempos.
—Sí, remotos para volver a vivirlos.
Escrito por Anderson Camacho Rondón