Mejor relato de diciembre de 2014


*El relato "Casi bien" ha sido descalificado por recibir ayuda (aunque no hubo mala fe).

Si Mahoma no va a la montaña

—Mahoma, cariño, deberías salir a jugar con tus amigos al monte.

—Que no, mamá, déjame en paz.

Un súbito temblor sacudió la casa. Cuando Mahoma vio aquella enorme montaña correr hacia allá, apenas tuvo tiempo de saltar y apartarse. Toda su familia falleció sepultada, y él se dedicó a predicar.
Escrito por Álex Garaizar

El progreso

Cayeron lágrimas de alegría. Tras tantísimos años de esfuerzos, de sacrificios familiares y personales, lo peor quedaba atrás. Con dos carreras, másters y doctorado, estaba orgulloso. Al fin estampaba, con 29 años, su firma en un contrato temporal de prácticas de 500 euros al mes, pudiendo vivir al día. Gracias.
Escrito por Faroni

El burdel del infierno 3

En el Burdel del infierno hay seiscientas sesenta y seis formas de morir, pero sólo una se sirve con escarcha en el corazón y medias de seda. El amor sin dolor es un secreto que resguarda el cantinero debajo de la falda de una lolita, amante de un marinero errante.
Escrito por Andrés Galindo - Web
Parte I | Parte II | Parte III | Parte IV

Letras rebeldes

Escribió cien veces "te quiero" y las cien veces le salió mal. La "q" quejosa y la "u" ufana urdían quimeras que la "i" inflaba con infamias. La "e" espuria enlazaba una "r" con rancios rumores de una "o" orgullosa originados en una ocasión olvidada. Quizás en el próximo renglón.
Escrito por Margarita del Brezo

La última prueba

Un hombre que había dedicado toda su vida a la oración, al llegar al Paraíso mira a su alrededor. Incrédulo, e incapaz de dominar el rencor le pregunta a Dios:

—¿Cómo es que están también aquí mis enemigos?

—Parece que me equivoqué —suspira Dios abatido—. Contigo. Vete de mi lado.
Escrito por Cadillac Solitario

Como volviendo a empezar

De pronto el monótono círculo de su existencia, con sus deberes y responsabilidades, fue interrumpido una vez más por aquella necesidad de algo nuevo. La noche, como mágica tentación, orillóle a dar el siguiente paso. Se preparó lo mejor que pudo y salió. Convenientemente cambió de piel. Amaba esa libertad.
Escrito por Ruperto

Las uvas de la miseria

Cauteloso, se acerca a la plaza para despedir el año. Observa fascinado la algarabía. Quizás esta noche ahuyente su infortunio. Olvidará la fiera que roe su estómago, el gélido rincón donde duerme y el miserable cartón que le abriga.

Lleva la suerte en su mano, en un puñadito de uvas.
Escrito por Chusa RH

Inspiración

Llegó cuando me bañaba y, mojado, corrí contento a recibirle. Agarré con entusiasmo el ordenador que, perezoso, dormía sobre mi cama y al sentir el roce de mis dedos despertó pestañeando y nos dijo: Please wait… Loading. Como no sabe inglés, y andaba con prisa, la musa simplemente se fue.
Escrito por Beto Monte Ros - Web

El explorador estoico

Por lo que pudiera pasar, venía muy bien tener siempre guardadas en el congelador un par de barras de pan, decidió John Edward Quietman, aventurero de vocación tardía y estoico por naturaleza, como primer fruto de su estrategia de pensar en otra cosa mientras unos indígenas salvajes lo devoraban vivo.
Escrito por Enrique Mochón Romera

Re¡AH!lidad

Primero, me puse morados: un mundo donde los sexos eran tratados por igual.

Después, verdes: un mundo esperanzado, lleno de segundas oportunidades.

Otra opción, blancas: la gente irradiaba pureza.

Me las quité y se me abalanzó una fría ráfaga de viento y ¡AH! Se me metió algo en el ojo.
Escrito por Saioa Etxegia Eizagirre

De repente, vives

Esta noche he soñado contigo. Volvías de vacaciones, moreno y contento y yo me enfadaba contigo, a la vez que no podía reprimir mi alegría.

¿Por qué no llamaste? Pensábamos que estabas muerto. Y tú te asombrabas y yo te abrazaba y era inmensamente feliz.

Ojalá mañana sueñe lo mismo.
Escrito por Gemma Torres - Web

Cartilla de racionamiento

Aquel verano, la sequía se había ensañado especialmente con las vocales. Tanto, que decidió racionarlas. Pasados unos meses, sólo le quedaba una e minúscula, dos aes, y otro par de íes escuchimizadas.

Sacó la cartilla donde las había guardado y escribió con ellas las últimas palabras del año.

¡FeLIZ NAVIDAD!
Escrito por Carles Quílez - Web

Retos educacionales

El responsable educativo inició feliz la visita a la exposición con su hijo menor. Sin duda Goya no es el artista de moda entre los adolescentes, pero la actitud reflexiva del joven agradaba al padre. Todo iba bien hasta que el chico describió el último cuadro como un selfie guay.
Escrito por Jerónimo Hernández de Castro

Hallazgos sobre el amor

Así que estar enamorado escapa de la razón, ¡lo sabía... lo sabía!, no apoyaron mis hallazgos, todas las comunidades científicas me rechazaron. Ahora, treinta años después, este joven recibirá el Premio Nobel por descubrir que el estado de los enamorados es similar a la locura... a la pérdida de cordura.
Escrito por Óscar Quijada Reyes - Web

Catalina

Trabajaba y ganaba más que él. Ni así la respetaba. La exhibía en fiestas, ocultando los golpes.

Tras treinta años estalló, y él todavía pretendió sorprenderse. Ofenderse. "Con todo lo que he hecho por ti, puta desagradecida. Sin mí no eres nada". Ella le besó y se fue para siempre.
Escrito por Faroni

Cruce de caminos

Subió a su tren como cada día pero ese trayecto fue diferente. La compañía cambió. Aquella presencia totalmente desconocida a su lado desencadenó sensaciones inesperadas. ¿Cómo algo tan ajeno podía llegar a hacerse tan necesario? Día tras día en ese tren se buscaban, se descubrían... nunca se supo hasta cuándo.
Escrito por Calcetín Rayado - Twitter

Así es la vida

Cinco años. Ese pequeño ser ignorante al que nada le importaba se dio cuenta de cómo su pelo se esfumó de golpe pero su sonrisa siempre permanecía.

Un día ese siempre también se desvaneció y en su lugar aparecieron las lágrimas de todos. Ella y su sonrisa nos habían abandonado.
Escrito por Patchi

22 de diciembre

Aceleró el paso. Deseaba dejar atrás lo antes posible aquella algarabía de anhelados reencuentros, risas, carcajadas y atropelladas preguntas aderezada con besos y efusivos abrazos. Al llegar al mostrador, entregó su billete.

—¿Destino final Katmandú?

Afirmó con un movimiento de cabeza. Había leído que en Nepal nadie celebra la Navidad.
Escrito por FNR

Un amor virtual

Un latinoamericano y una europea se conocieron en una red social donde se aprenden los idiomas. Después de algún tiempo, se enamoraron. Como era un amor virtual, llegó el naufragio para ellos porque no podían estar juntos. Por eso ella lloraba todas las noches. Ojalá que eso se solucione pronto.
Escrito por Suzana

La luciérnaga

"Tu silencio ya me dice adiós", cantaba a sus 47 años "La luciérnaga", llamada así porque su minivestido de lentejuelas era lo único reluciente en la absoluta oscuridad de aquel tugurio. Fue su última noche de escenario. El impagable costo de la luz fundió el solitario foco que la alumbraba.
Escrito por Marciano

Roberto y Mabel II

—Quiero que te quedés y hagamos cosas. Busqué el perro que te gustaba, por ejemplo; mamá está dispuesta a conocerte, todo marcha viento en popa.

 —La vecina pregunta por vos... pero no más que yo —dijo Roberto mirando en su celular la foto de Mabel.

El callejero masticaba un zapato.
Escrito por Priscila Pry
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Ingenioso hidalgo

Alonso Quijano, apenado por el rechazo de Dulcinea, harto de luchar contra gigantes disfrazados de molinos, decepcionado de los parroquianos a los que ayudar pretendía y rendido ante la evidencia de no comprender a un mundo equivocado, retiróse a sus aposentos encomendándole a Sancho que lo contara en 50 palabras.
Escrito por Isidro Moreno Carrascosa

Very bad dreams

—¡Ehhh! ¡Aquí, en la camilla!

—¿Oyes? —le dijo el forense a su ayudante—.

—La voz proviene de la sala de autopsias.

—Pues sólo está el del infarto en el ascensor...

—Venga, sigue con lo de la cena de empresa. ¿Es verdad que el jefe se puso a cantar y bailar?
Escrito por Rafael Domingo Sánchez - Twitter

La huida

—No recuerdo cómo empezó, sólo que intentaba correr pero no podía, mis piernas no respondían. Estaba oscuro y un murmullo creciente me erizaba la piel, me perseguía. No conseguía avanzar. Me sujetaban. El murmullo me alcanzaba. Intenté gritar. ¿Es grave?

—No. En los sueños es difícil escapar de uno mismo.
Escrito por Franz N. Ryman - Twitter

No me enseñes la lección

Cuando en clase le explicaron que el universo era infinito y que la distancia entre los diferentes planetas y cuerpos espaciales era inalcanzable para el hombre, el pequeño caballero se echó a llorar. Esa misma mañana le había prometido a su doncella una estrella justo al lado de la suya.
Escrito por J. Estaún - Twitter

Un lugar al que regresar

Había una vez un tiempo y un lugar que vivía en paz, magia y felicidad. Donde ser pequeño no era ver el mundo grande, donde no sabíamos lo que era echar de menos.

Recuerdo haber estado allí y, aunque a veces cuesta, intento volver al menos una vez al año.
Escrito por Malu

Turno de noche

No sabe la razón, si será fruto del verano o de que todo está cambiando a mejor, pero esta noche solo ha debido atender un par de avisos con final satisfactorio. Parece que ya no hay tanta alma en pena cayendo al vacío. Cruza las alas para que se mantenga.
Escrito por David Moreno Sanz - Web

Traficante de sueños

La tortuga acudió al lugar señalado. Nerviosa, esperó la llegada del buzo. Se saludaron, él se acercó, y ella abriendo su pico susurró:

—El reflejo de una estrella en una gota de lluvia.

Con un rítmico movimiento de aletas y aquel especial encargo, se alejó dejando un rastro de juguetonas burbujas.
Escrito por Eli Trias - Twitter

La eficiencia en el trabajo

Él observaba pero un día tuvo que accionar, cuando su favorita debía morir. La desesperación lo colmó, tocó sus heridas y cicatrices, su sangre y carne. Ella no lo veía, no se angustiaba y tampoco lo amaba. No era su trabajo cuestionar el de otros, era solo observar... observarla. Tendida.
Escrito por Liden

Ojos

Soy un par de ojos viejos, pero no cansados. Aunque la ventana me muestra siempre la misma postal, yo me franqueo en ella enviándome lejos. Aparezco en la selva aleteando mis párpados o en las praderas libando una flor. Y continúo volando...

No me hallará la muerte en la cama.
Escrito por Sara Lew - Web

La espera

El amante espera, ella desespera porque su marido, precisamente esta noche, no quiere que le hagan esperar. Y mientras uno espera y otra se desespera, el sicario contratado por el cornudo ve la oportunidad.

Cerca de allí, alguien que finge entregarse al amor no sabe que espera un hijo huérfano.
Escrito por José Ángel Gozalo - Web

El bocado de Adán

De manzanas nada, ¿vale? Que ya está bien de echar las culpas a la pobre Eva y las mujeres. ¡Pero si todavía tenéis atravesada en la garganta la prueba del delito! ¡Que os la comisteis así, sin partir ni na, trogloditas! Además, tenemos desde entonces a Dios con un cabreo...
Escrito por Luis San José - Web

Metamorfosis

Siempre despectivo con sus empleados. Arrogante con su mujer e hijos. Sintiéndose sólo feliz con cada céntimo de euro que amasaba hurañamente en su cuenta corriente. Pero cuando el ataque casi lo mata, y recibió aquel corazón donado, algo en él cambió, y por fin dejó de ser un capullo.
Escrito por Stbn

Naufragio de ida y vuelta

Arrojado a las trincheras por la miseria y el destino. Solo por volver fue recibido como héroe, pero traía el fracaso pegado al barro de sus botas.

De noche descansaba, las pesadillas llegaban con los ojos abiertos, al consolar a las madres de los desdichados que enterró con sus manos.
Escrito por Jose Bravo - Twitter

La felicidad era esto

Tumbada en el césped mojado me siento otra vez una niña y juego a dibujar figuras de animales entre las nubes. Te miro, abrazado entre mis piernas, y sonrío para mis adentros. Algo que ya intuía... que siempre habías sido tú. Y pienso:

—No hay duda, la felicidad era esto.
Escrito por Raquel Tevas Cisneros

Casi bien

Siempre tan atenta, me lo había preparado con esmero como a mí me gusta: descafeinado, largo, con poca leche, dos de azúcar, bautizado en ron, un grano de café tostado, una rodajita de limón y muy caliente. Pero olvidé decirle en taza y me lo echó por encima del traje.
Escrito por Rafa Olivares - Web

Intermezzo (II)

Deseó poder volver sobre sus pasos. Habría advertido a quienes aún lo seguían velando que no se trataba de una leyenda urbana. Cuando sus ojos consiguieron habituarse a la cegadora luz que le había dado la bienvenida, se vio solo frente a un letrero:

Cerrado en Navidad. Disculpen las molestias.
Escrito por FNR
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Dos segundos

Producto de la prisa, chocó su hombro con la vecina, que subía despistada. Frenó un instante para disculparse mientras pensaba: "La gorda me ha hecho perder dos segundos más".

Al salir a la calle tropezó con sus cordones sueltos, cayendo a la calzada justo cuando terminaba de pasar el autobús.
Escrito por Joaquín Grau

El último viaje

Quemó la última foto y subió al tren. El vagón, vacío, sería perfecto. Se quitó las gafas y cerró los ojos, ya llegaba. El alba entró despacio y le encontró sentado, con la gabardina arrugada y sin rastro de equipaje. El informe forense rezó: "La única certeza es que murió feliz".
Escrito por Franz N. Ryman - Twitter

El burdel del infierno 2

En el Burdel del infierno hay una habitación secreta en donde las almas en pena disfrutan de terror, sexo y brujería. Yo vine, navaja en mano, a seducir a la femme fatale que una noche de invierno me dejó con cien clavos en el corazón y la fortuna de cabeza.
Escrito por Andrés Galindo - Web
Parte I | Parte II | Parte III | Parte IV

Lección magistral

Aquella fría mañana tocaba hablar sobre las turbulentas relaciones entre Nerón y Séneca. El trabajo le iba bien, no así su vida desde la tragedia de su pequeña con el posterior abandono de Esperanza.

Regresó tarde, preparó un baño caliente y rememoró, en la intimidad, aquella clase matinal de historia.
Escrito por José Antonio Barrionuevo

El trabajo colosal de un genio

Comenzó a plantear otras proposiciones, porque a sus contemporáneos no les pareció suficiente con los teoremas que había formulado. De modo que Euclides siguió escribiendo en rocas, pergaminos y en el suelo rocoso y arenoso. No encontró otro teorema y se conformó con unos cuantos postulados, pero con eso bastaría.
Escrito por Óscar Quijada Reyes - Web

Jodida rutina

Me ha despertado la alarma del móvil y no me he despegado de él hasta que no he vuelto a conectarla, para que me vuelva a despertar nuevamente mañana. Al final del día me dolerán los dedos y tendré la vista cansada, pero no soy nada sin ese jodido aparato.
Escrito por Antonio Ortuño Casas

Ćureći batak

Historia forjada durante millones de años las rodeaba. Tintineantes gotas de agua ponían música a aquella cueva muda. Se detuvieron ante una estalagmita y una estalactita que el caprichoso azar había unido millones de años atrás. Entonces, una estruendosa carcajada quebró el imperturbable silencio. Ambas formaban un muslo de pavo.
Escrito por Virginia Funes

El despertar

Cada noche cuando se levanta de su puesto de trabajo para estirar las piernas, se acerca curiosa a la ventana para observar cómo se despierta Madrid. Hoy, además del impresionante amanecer que le ha alegrado el día, le han saludado los miles de coches que, sin respiro, escupe la M-40.
Escrito por Gloria Arcos Lado

La primera cita

Sobre un asteroide 32 años luz distante apoyé mi telescopio y apunté hacia la tierra. Si no estaba equivocado, iba a contemplar la realidad de 1982. Enfoqué. Pero solo vi una gruesa capa de vapor. No importaba. Aquella tarde, cuando ella dobló la esquina sonriendo, todas las nubes se apartaron.
Escrito por Enrique Mochón Romera

Gorgoteos

La cogí por el cuello. Sus vértebras crujieron como una botella de plástico. Arrimé mi boca en silencio a la suya. Contuve la respiración y cerré los ojos. Un escalofrío refrescante recorrió mi cuerpo, mientras ella se dejaba hacer emitiendo extraños gorgoteos. Sacié mi sed. El sol derretía los cuerpos.
Escrito por Luis San José - Web

Vigilia

Me espera, se ofrece virgen, me paraliza. Cada noche fantaseando y ahora... Un trago, suena "Hard's Candy". Vuelvo a su piel blanca. ¿No será...? Imposible, sólo silencio. Me arrugo, me da la espalda. Estampo la ira en su cuerpo, hasta maltratarlo en añicos. Enciendo el ordenador. Escribo: mañana será best-seller.
Escrito por María Jesús Briones Arreba

El tiempo da, el tiempo quita

Imágenes discutiendo y disipándose en su mente. Ruidos de muchachitas jugando, activando su memoria: ¡hacía poco era tan parecida a ellas! ¡La vida! Con los años se pierden privilegios, otros aparecen. Repentinamente, exclamó:

—¿Y estas ropas de vieja?

Misterioso, invencible, el insondable hoyo negro volvió a posarse, tercamente, sobre ella.
Escrito por Ruperto

Ex7R473RRE57R3S (Bis)

Recibí diversos comentarios sobre mi relato Extraterrestres, coincidiendo en que ellos habitan entre nosotros.

Aterrorizado, he vuelto a casa para deshacerme de mis compañeros de piso. Después de acabar con la vida del pez payaso y del hámster, el loro se escondía tras su columpio mirándome con cara de terror.
Escrito por Isidro Moreno Carrascosa

La huella

Mi dedo sigue sin alianza. Es el vacío de los años. Aún quedan restos de esa marca.

Llega el día de formalizar mi divorcio. La Juez le pregunta si quiere separarse. Rompe a llorar y le muestra una alianza.

 —Quiero volver, pero es tarde.

El anillo rueda por el suelo.
Escrito por Gil Hernando de Santiago

Ilusiones peligrosas

Iba soñando despierto en su caballo, a paso regular, entretenido con una ilusión en mente: por el mucho vino cayó del caballo y al poco tiempo un tigre lo devoró. El delirio no distaba tanto de la realidad, en unos instantes se percató de que lo habían rodeado unos salteadores.
Escrito por Alí Campos

Duelo final

Después de años de amenazas, esta vez se dio la vuelta. Miró a los ojos del sicario que, manteniendo su típica actitud agresiva, observó cómo alguien retiraba el lateral de su abrigo, dejando al descubierto un reluciente e ilusionado revólver —de nombre libertad— en disposición esta vez de ser disparado.
Escrito por Joaquín Grau

Cardiopatía

Me quiere..., no me quiere... Se eternizaba con cada margarita pero nunca quedaba satisfecha. Si resultaba que sí, entonces dudaba de su fidelidad y la consumían los celos. Con un no, la desesperación se apoderaba de su ánimo.

Murió joven; algo de corazón...

Alrededor de su tumba crecían las margaritas.
Escrito por Mª Jesús Rodríguez
Elegido mejor relato de diciembre de 2014

Los caminos del Señor son inescrutables

Ella siempre quiso ser una niña pija, de esas que dicen "o sea" con cada movimiento de pelo.

Educada en los mejores colegios, cum laude por Cambridge y ajuar escrupulosamente preparado desde la adolescencia, María encontró su camino y desde hace años se levanta a las seis para rezar los maitines.
Escrito por Malu

Una decisión vital

No sé qué hacer. Si le digo que no, lo echaré en falta. Si le digo que sí, me atormentará como siempre lo hace.

Sufro por tomar una decisión. Sé que no es amor, ni pasión. Cada día es una copia del anterior.

Mientras me decido, su nicotina me mata.
Escrito por Isan

Enamoramiento

Mis ojos, cautivados, se posaron en sus curvas. Llovía, algo normal en otoño. Ella, empapada, chorreaba sensualidad. Limpié las gotas de deseo que inundaban mi frente y la besé. Alcancé el paroxismo al montarla de manera salvaje. Huí.

Señor Juez, yo no robé esa moto. Ella me robó a mí.
Escrito por Fernando da Casa - Web

Roberto y Mabel I

—No puedo estar sin vos —dijo Roberto a Mabel. Cuando bajó la marea decidieron pasar el resto de sus vidas juntos.

 Al cabo de un tiempo "Romeo" entristeció, entonces ella preguntó:

—¿Qué necesitás para ser feliz?
—No sé —contestó él.

Mabel cerró la puerta sin despedirse. Roberto estaba tranquilo ahora, y solo nuevamente.
Escrito por Priscila Pry
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Entre el deber y el querer

—Sueños hechos añicos, planes tirados por la borda, proyectos aparcados, ilusiones en coma. ¿Tanto luchar para esto? ¿De nuevo en el punto de partida? Bonita manera de despilfarrar toda una vida.

—Pst... pst... Ni caso —le susurraron a su izquierda—. A ése, oído sordo. Recuerda: una promesa es una promesa.
Escrito por FNR

Bad dreams

¿Cómo no lo va a oír? Sístoles y diástoles suenan rotundas y su ritmo inequívoco de vida llena este silencio metálico que me rodea... Pero, ¿por qué no se gira hacia mí y así observaría cómo esta sábana que me han colocado titila con el hálito de mi respiración angustiada? ¡Por Dios!
Escrito por Rafael Domingo Sánchez - Twitter