Surge una idea... escribo.
¡Ese adjetivo indolente!, quizás otro más enérgico...
Una estirada frase se pavonea presuntuosa.
Necesito inmediatamente un adverbio que se explique.
Cuento.
Ahora un sinónimo acosador atemoriza a un verbo irregular.
Complaciente, la coma me concede un respiro.
Un desenlace ocurrente aguarda ansioso.
Recuento: cincuenta palabras. Sonrío.
Escrito por Mª Jesús Rodríguez