Alter ego
El clon despertó. Superada la confusión inicial, comprendió su condición y se fue al bar con Ricardo, su creador.
—Es increíble que ganaran las elecciones, ¿verdad?
—Bueno, en realidad lo merecían.
—¡Qué dices, nos llevarán a la bancarrota!
La discusión fue a mayores y hubo que separarlos. El clon desapareció.
—Es increíble que ganaran las elecciones, ¿verdad?
—Bueno, en realidad lo merecían.
—¡Qué dices, nos llevarán a la bancarrota!
La discusión fue a mayores y hubo que separarlos. El clon desapareció.
Escrito por Álex Garaizar
Los alerces
Los alerces, por fin, respiraban tranquilos. Los parásitos que les molestaron durante milenios ya estaban extinguidos. Tan solo dos guerras nucleares y unos cuantos cataclismos hicieron el trabajo.
Y aunque el ambiente estaba enrarecido sabían que con tesón lo recuperarían.
—¡Si lo sé, lo provocamos antes! —decía uno entre ellos.
Y aunque el ambiente estaba enrarecido sabían que con tesón lo recuperarían.
—¡Si lo sé, lo provocamos antes! —decía uno entre ellos.
Escrito por Sergi Carles
Puesta de mano
Miró hacia el cielo y, agradeciendo su buena suerte, cargó la pesada escalera. En su precipitación tropezó un par de veces.
Escondido a tiempo entre unos arbustos, un joven pudo por fin salir. Miró la ventana, ahora apenas alumbrada.
No lamentó perder la escalera. Total, ya había cumplido su propósito...
Escondido a tiempo entre unos arbustos, un joven pudo por fin salir. Miró la ventana, ahora apenas alumbrada.
No lamentó perder la escalera. Total, ya había cumplido su propósito...
Escrito por Ruperto
Trabajo hecho
El disparo estalló en el silencio de la noche y en seguida el color escarlata empezó a serpentear por el adoquinado.
Se recostó sobre el muro de ladrillo y encendió un cigarrillo. Con gran tranquilidad disfrutó del sabor y el aroma del tabaco y su humo. Acto seguido, se esfumó.
Se recostó sobre el muro de ladrillo y encendió un cigarrillo. Con gran tranquilidad disfrutó del sabor y el aroma del tabaco y su humo. Acto seguido, se esfumó.
Escrito por Fényx - Web
Nueva etapa
Cambiaste tu descapotable por la furgoneta familiar, el ruido nocturno de la discoteca por el llanto de tu niña, a ellas por ella, tu apartamento de soltero por una casa con jardín, la incertidumbre de la soledad por la tranquilidad de la familia.
Y jamás imaginaste que serías tan feliz.
Y jamás imaginaste que serías tan feliz.
Escrito por Manuel Barea - Web
La herencia
Desmantelando la casa para venderla, pasó por sus manos la clave de la eterna sonrisa de la abuela Lete, un frasco de fórmula magistral dentro del joyero que rezaba "PDO" (píldoras de olvido). Lo tiraron sin más, perdiendo la oportunidad de recibir tan valioso legado: la receta de la felicidad.
Escrito por Rhythm Moon Blues - Twitter
Algo incomprensible
Siempre respeté tu opción por el vegetarianismo. Que jamás pondrías al fuego un trozo de cadáver para comértelo. No soportabas el olor de la carne chamuscada, carne de un animal que tenía sus sentimientos, sus esperanzas, sus anhelos. Nunca comprenderé cómo puedes soportar ese trabajo en el crematorio del cementerio.
Escrito por Santiago
Como por ensalmo
Bastaba dar con el vocablo preciso y… punto final. La novela, dos años después, estaría acabada.
El dedo meñique pulsó la tecla blanquinegra. Comprobó, perplejo, que el texto iniciaba una imparable regresión…
La asistenta halló el monitor encendido, la pantalla en blanco, el cursor parpadeando. Nadie más en la casa.
El dedo meñique pulsó la tecla blanquinegra. Comprobó, perplejo, que el texto iniciaba una imparable regresión…
La asistenta halló el monitor encendido, la pantalla en blanco, el cursor parpadeando. Nadie más en la casa.
Escrito por José Antonio Barrionuevo
Temor
Miré al espejo y dije: "Espejito, espejito ¡muéstrame al monstruo!".
Esperé unos segundos perpleja a mi reflejo pero no cambió. Seguía la imagen de una niña asustadiza de rostro algo pálido.
Entonces, me armé de valor y miré debajo de mi cama. El monstruo no estaba. Vivía dentro de mí.
Esperé unos segundos perpleja a mi reflejo pero no cambió. Seguía la imagen de una niña asustadiza de rostro algo pálido.
Entonces, me armé de valor y miré debajo de mi cama. El monstruo no estaba. Vivía dentro de mí.
Escrito por Saioa Etxegia Eizagirre
El zahorí cautivo
Hace cuatro años que me abandonaron en este pozo de agua interminable donde a duras penas he podido sobrevivir. Ahora les oigo acercarse… Les veo asomarse al brocal de mis ojos ondeando a los cuatro vientos sus banderas samaritanas, conectar cámaras y micrófonos, mientras preparan a hurtadillas sus cantimploras sedientas.
Escrito por Luis San José - Web
Historia del héroe desconocido
Naces, creces y un buen día te preguntas: ¿quién soy? Levantas la mirada y crees reconocer tu nombre dibujado en las nubes. La imagen se disuelve como un borrón sobre la página. Una voz de trueno retumba y la primera gota de lluvia sobre el asfalto marca el punto final.
Escrito por Andrés Galindo - Web
Don de lenguas
Podría estar horas hablando para ti. Porque quizá en un primer momento, después de una risa ligera de unos temas intrascendentes, obligatorios para romper el hielo, vendría el típico silencio forzado. Pero entonces, al mirarte a los ojos, surgiría el beso que desataría nuestras lenguas y haría innecesarias más palabras.
Escrito por Ricardo García - Web
La nariz de Pepín Bellota
Pepín Bellota lo olía todo. Pero su especialidad eran las personas. Husmeándolas adivinaba su futuro.
"Este morirá mañana. A este lo engaña la mujer. A ese lo echan hoy del trabajo".
Era tal su tormento que dejó de coger el metro y aprendió a ir en monopatín a los cincuenta.
"Este morirá mañana. A este lo engaña la mujer. A ese lo echan hoy del trabajo".
Era tal su tormento que dejó de coger el metro y aprendió a ir en monopatín a los cincuenta.
Escrito por Maria Las Vegas
Amor vergonzoso
La miró avergonzado. A lo mejor era demasiado tarde pero tenía que decírselo. Armó valor.
—Te quiero , eres el amor de mi vida, siempre te he querido, no puedo vivir sin ti.
Se sentó en el sofá, limpió el cuchillo y llamó a la policía. Sí, era demasiado tarde.
—Te quiero , eres el amor de mi vida, siempre te he querido, no puedo vivir sin ti.
Se sentó en el sofá, limpió el cuchillo y llamó a la policía. Sí, era demasiado tarde.
Escrito por Sergi Carles
La última
La última gota de sudor, la última gota de sangre, la última lágrima de tristeza, la última noche en París, la última pedalada sobre tu cuerpo, la última respiración, la última insensatez, la última llamada perdida. La última es una palabra que es síntoma de lo más peyorativo del diccionario.
Escrito por William Che - Facebook
La ceguera
Miraba al hámster correr en la rueda y compadecido le abrió la puerta de la jaula. El hámster siguió corriendo obnubilado de la libertad. Juan rió sorprendido de la estupidez zoológica. ¡Qué terrible, no vivir la experiencia humana! Terminó al café, chequeó la hora y salió corriendo para la oficina.
Escrito por Guillermo H. Piuma - Web
Psychokiller duck
Un turbado patito feo, harto de mofas, ansiaba convertirse en un bello cisne tal y como le habían asegurado en la granja, pues conocían algún caso de oídas.
Pero se trató de un cuento. Con el tiempo, se convertiría en el mayor asesino en serie de cisnes de la comarca.
Pero se trató de un cuento. Con el tiempo, se convertiría en el mayor asesino en serie de cisnes de la comarca.
Escrito por La Marca Amarilla
Las manos del destino
Mi amigo Pepe lanzaba los dados con la mano izquierda. Pero era diestro. Salvo en aquellas tensas partidas nocturnas, solo en dos ocasiones le vi prescindir de la derecha. Una fue cuando acuchilló a su hermano. La otra, cuando para su desgracia y la mía le presenté a mi chica.
Escrito por Enrique Mochón Romera
Rutinas
Jacinto se acicalaba para ir al trabajo. Era sumamente metódico; por eso, cuando abrió el armario, se extrañó al ver el gancho de una percha colgado en sentido contrario a los demás. Se abofeteó entonces varias veces para regañar a ese compañero de piso tan desordenado con el que convivía.
Escrito por Sara Lew - Web
Acompañado en el cuarto
Son las dos y cuatro de la mañana, y siento que alguien me mira.
No puedo mover ni un músculo, estoy paralizado en mi cama. Muevo mis ojos en todas direcciones: solo oscuridad.
Relajado, pronuncio un: "No tengo miedo", y algo me responde al oído: "Ese es mi machito".
No puedo mover ni un músculo, estoy paralizado en mi cama. Muevo mis ojos en todas direcciones: solo oscuridad.
Relajado, pronuncio un: "No tengo miedo", y algo me responde al oído: "Ese es mi machito".
Escrito por Alejandro - Web
Gol
Al principio de la temporada el hijo de Marcial se incorporó al FC Irauli, de la liga regional. En la jornada 14 anotó el primer gol, pero fue anulado por falta previa. La decisión arbitral llenó de gozo al hijo de Marcial. Era defensa y había marcado en su portería.
Escrito por Marciano
Crecimiento
Salió corriendo como alma que lleva el diablo. Por aquel entonces necesitaba huir y aunque no sabía muy bien dónde quería ir, sí tenía muy claro a dónde no.
Hoy ha vuelto. Es increíble lo que ha crecido en estos 50 años, imposible poder expresarlo en un micro tan corto.
Hoy ha vuelto. Es increíble lo que ha crecido en estos 50 años, imposible poder expresarlo en un micro tan corto.
Escrito por Malu
Una hora antes
Va corriendo, como huyendo de algo. La gente que lo ve pasar se aparta asustada, está sucio, golpeado y en la mano lleva un cuchillo. Pero no va huyendo, va llegando a donde está su esposa. Es la casa del amante, el mismo que lo había golpeado... una hora antes.
Escrito por Lalo Barker - Web
Alcanzar la felicidad
Se sentía libre. Olvidó penas y amarguras. Conocía la felicidad por fin, esa que tanto se le había negado hasta entonces. Ya no estaba aturdido y no le preocupaba el frío porque se creía en verano... ¿Qué importa ahora el desamor o el dolor? ¿Acaso importa algo cuando estás muerto?
Escrito por Priscila Pry - Web
¡Por fin, vacaciones!
La promesa del cartel de viajes Ecuador convenció a María y Juan, que merecían dichas vacaciones. Descanso, sol, playa, risas y fiestas... pero al terminarlas el resultado eran ojeras, agobio y estrés. El cartel no advertía de que ser papás de dos criaturas pequeñas modificaba la foto de la publicidad.
Escrito por Sergi Carles
Casi hermanos
Profundamente sumida en el llanto, la desesperación, el miedo y el pánico, Amira vio morir a su padre alcanzado por un misil del otro lado de la frontera de Gaza. Corrió hasta la casa de su amigo para encontrar consuelo, éste la miró, cerró el Talmud, la abrazó y lloró.
Escrito por Daniel Morón
Dolor eterno
No había sida capaz de interpretar las señales. Hasta ese momento. Aquella mirada que vio en su rostro al despedirse, llena de tristeza y resignación, la ayudó a comprender que él la amaba, que su corazón le había pertenecido siempre.
Lloró amargamente al pensar que iniciaba un viaje sin retorno.
Lloró amargamente al pensar que iniciaba un viaje sin retorno.
Escrito por Yolanda Bruch - Twitter
Dependientes
—El de queso ¿qué vale? —preguntó el mendigo.
—2,35 —contestó la dependienta.
Decepcionado, recontó las monedas que llevaba en su mano.
—Solo tengo 1,75.
—Está bien —tomó el dinero y lo metió en caja. Puso en una bolsa el bocadillo de queso, otro de lomo y la vuelta, diez euros.
Escrito por Rafa Olivares - Web
—2,35 —contestó la dependienta.
Decepcionado, recontó las monedas que llevaba en su mano.
—Solo tengo 1,75.
—Está bien —tomó el dinero y lo metió en caja. Puso en una bolsa el bocadillo de queso, otro de lomo y la vuelta, diez euros.
Escrito por Rafa Olivares - Web
Elegido mejor relato de agosto de 2014
Niño viejo
Y dicen que la juventud es cuestión de edad. Obedeciendo, dejó la pelota.
Solo hay una cosa que el hombre desea toda su vida: divertirse. Pero uno se carga de años y ya se ve mal hacerlo. Tomando fuerzas, sacó sus cuadernos.
Definitivamente, lo peor de crecer es hacerte viejo.
Solo hay una cosa que el hombre desea toda su vida: divertirse. Pero uno se carga de años y ya se ve mal hacerlo. Tomando fuerzas, sacó sus cuadernos.
Definitivamente, lo peor de crecer es hacerte viejo.
Escrito por Ruperto
Despedida
La vida se detiene a un lado de la carretera. El sol implacable lanza su calor de agosto contra el asfalto. Esparcidos, restos de chatarra y equipaje. Y un cuerpo.
Dentro, aprisionado, alguien pide auxilio.
Etérea, se aleja flotando, mientras deja atrás la escena de su despedida de este mundo.
Etérea, se aleja flotando, mientras deja atrás la escena de su despedida de este mundo.
Escrito por Maest
La última es la clave
—¿Sabes?
—¿Qué?
—Lo dejo
—¡Ya era hora!
—Me tiene muy agotado ya...
—¡Si ya te lo ha dicho mucha gente!
—Sí, y por mucho que me esfuerce sé que me quedo corto siempre.
—¡Mira que empeñarte en conseguir algo que sabes que es imposible! ¡Ay, si reviviera ese tal Fibonacci!
—¿Qué?
—Lo dejo
—¡Ya era hora!
—Me tiene muy agotado ya...
—¡Si ya te lo ha dicho mucha gente!
—Sí, y por mucho que me esfuerce sé que me quedo corto siempre.
—¡Mira que empeñarte en conseguir algo que sabes que es imposible! ¡Ay, si reviviera ese tal Fibonacci!
Escrito por Rafael Domingo Sánchez
¿Fidelidad?
Aquel perro seguía fiel a su dueño aunque lo tratara horriblemente mal. El hombre le pegaba y el animal siempre asumía que era su culpa.
Un día, después de otra patada sin sentido, hincó los colmillos en su pierna, haciendo que tuviera que amputársela, rompiendo el límite de la fidelidad.
Un día, después de otra patada sin sentido, hincó los colmillos en su pierna, haciendo que tuviera que amputársela, rompiendo el límite de la fidelidad.
Escrito por Manuel Barea - Web
Devenir
Resultaba absurdo e inquietante, pero aquel libro que encontró años atrás en la biblioteca de su abuela había ido profetizando los grandes acontecimientos de su vida: su boda, el nacimiento de su hijo, el traslado a París...
Con mano temblorosa, volvió la última página. Lo que leyó la dejó muerta.
Con mano temblorosa, volvió la última página. Lo que leyó la dejó muerta.
Escrito por Carles Quílez - Web
Confidencias de un microrrelato
Surge una idea... escribo.
¡Ese adjetivo indolente!, quizás otro más enérgico...
Una estirada frase se pavonea presuntuosa.
Necesito inmediatamente un adverbio que se explique.
Cuento.
Ahora un sinónimo acosador atemoriza a un verbo irregular.
Complaciente, la coma me concede un respiro.
Un desenlace ocurrente aguarda ansioso.
Recuento: cincuenta palabras. Sonrío.
¡Ese adjetivo indolente!, quizás otro más enérgico...
Una estirada frase se pavonea presuntuosa.
Necesito inmediatamente un adverbio que se explique.
Cuento.
Ahora un sinónimo acosador atemoriza a un verbo irregular.
Complaciente, la coma me concede un respiro.
Un desenlace ocurrente aguarda ansioso.
Recuento: cincuenta palabras. Sonrío.
Escrito por Mª Jesús Rodríguez
Novios
Era el día más feliz de su vida. Vestida de blanco estaba radiante. Su novio, emocionado, la esperaría en la puerta y juntos entrarían a celebrar el gran acontecimiento. Como último detalle su bufanda con una inscripción: "Mi papá me hizo guapa, lista y además madridista".
El Bernabéu les esperaba.
Escrito por Belén
Llegar a la luna
Cada día miraba la luna sin alcanzarla.
Una vez encontró en el garaje una escalera de altura infinita. Subiendo al último peldaño alargó el brazo. Sus dedos rozaron el borde y se desplomó sobre su rostro.
Un grito, como un alarido, alarmó a la familia. Vio lo feo que era.
Una vez encontró en el garaje una escalera de altura infinita. Subiendo al último peldaño alargó el brazo. Sus dedos rozaron el borde y se desplomó sobre su rostro.
Un grito, como un alarido, alarmó a la familia. Vio lo feo que era.
Escrito por María Jesús Briones Arreba
¿Entiendes?
El anciano se asomó y observó por la ranura. Era un mundo desconocido para él, del que sólo había oído hablar en la televisión. Tuvo miedo, quiso huir, pero decidió entrar. Entonces entendió: por encima de todo, allí en el escenario vestido de Madonna se encontraba su pequeño, su hijo.
Escrito por Raquel Tevas Cisneros
Prometo cambiar
No lo oiré, me taparé los oídos con cera. Sus lamentos ya no me conmueven. Le ayudaré a bien morir, y se acabó. Estoy harto de tanto lloriqueo, no lo aguanto más. La próxima vez, que lo haga otro.
Con certero corte brotó la sangre del cuello.
Me haré vegetariano.
Con certero corte brotó la sangre del cuello.
Me haré vegetariano.
Escrito por Santiago
Beneficio mutuo
Se conocieron en un supermercado, él estaba de oferta y ella buscaba una ganga para llegar a fin de mes. Todo fluyó de una forma natural. Hablaron mucho antes de encamarse, y después decidieron que cada jueves repetirían la experiencia. Y oye, no les fue mal mientras duró la crisis.
Escrito por Nicolás Jarque Alegre - Web
La playa desierta
Sus gritos se pierden con el ruido del mar en esa mañana con mucho viento. Las olas rebasan los dos metros, el huracán está entrado y la playa, desierta. Sólo está esa mujer casada tirada en la arena, gritando por su vida, mientras el marido engañado... su cuello está apretando.
Escrito por Lalo Barker - Web
Tentación
La enfermera se quedó mirando a su padre dormido, era frustrante trabajar en un hospital y no poder aliviarle. Aunque estaba en lista de espera, no soportaba verle sufrir.
Angustiada, desvió la mirada; una palabra en el brazalete del paciente de la cama de al lado llamó su atención: Donante.
Angustiada, desvió la mirada; una palabra en el brazalete del paciente de la cama de al lado llamó su atención: Donante.
Escrito por Beto Monte Ros - Web
Habitación de hospital
Tengo que perder peso. Quiero hacer música y realizar una gira por Japón. Pero es muy difícil mantenerse motivado. Ha sido una vida de sobriedad. No me reconozco ni yo. Conocí a tu madre bailando. Luego fui policía municipal. Estas son las primeras palabras después de la rehabilitación: te quiero.
Escrito por Luis Avellano
Enredados
La red de redes los presentó —ella bordeando los cincuenta, él estrenaba veintitrés— y quedaron 'Apalabrados' en su juego favorito.
Las confidencias aplazaron el pasatiempo: "Mi madre, azafata, nunca me ve", "Mis hijos, como tú, también volaron". Intercambiaron inagotables mensajes de su archivo emocional e inventaron una mágica relación virtual.
Las confidencias aplazaron el pasatiempo: "Mi madre, azafata, nunca me ve", "Mis hijos, como tú, también volaron". Intercambiaron inagotables mensajes de su archivo emocional e inventaron una mágica relación virtual.
Escrito por Chusa RH
Como Dios
En la plácida tumbona, el aburrimiento pesa como ese implacable sol que tras el almuerzo no te permite más que sestear. Decides, por puro entretenimiento, masacrar esa fila de hormigas, que huyen despavoridas, sin orden ni concierto, ignorantes del origen de tan criminal ataque.
'¿Actuará así Dios con nosotros?', piensas.
'¿Actuará así Dios con nosotros?', piensas.
Escrito por José Antonio Barrionuevo
Julieta se ha hecho mayor
El anciano depositó la cuchara sobre el mantel. Los gritos de su esposa cesaron y quedó hipnotizada por el reflejo de la bombilla en la superficie cóncava.
Él acercó el plato caliente de su manjar preferido. Con amorosa precisión capturaba las gotas de caldo, que querían escapar de su sonrisa.
Él acercó el plato caliente de su manjar preferido. Con amorosa precisión capturaba las gotas de caldo, que querían escapar de su sonrisa.
Escrito por Jerónimo Hernández de Castro
Y por eso tú estás muerto
Y nos besamos una última vez, y dijimos "ya hablaremos" y te fuiste. Y al tiempo nos encontramos, y estuvimos hablando, pero no me dijiste lo que yo estaba soñando, y por eso yo ahora lloro y tú estás muerto. Y todo por no decirme "yo aún también te quiero".
Escrito por Manu Ramírez - Web
Rolling in the deep
No puedo vivir sin música. Amy Winehouse anima mis momentos tristes, Diana Krall llena mis instantes de soledad y Leonard Cohen me cura los cardenales. Lo que más me gusta es cocinar cantando, como aquel día, señor juez, en que, al ritmo de Macarena, confundí el matarratas con la sal.
Escrito por Patricia Richmond - Web
Hasta cien
—Noventa y siete, noventa y ocho, noventa y nueve… ¡Cien!
Harry, mi socio, siempre me aconsejaba que contase hasta cien antes de tomar una decisión importante. Se lo agradezco, ahora ya sé lo que debo hacer: en lugar de lanzarlo al río, descuartizaré y enterraré en el bosque su cadáver.
Harry, mi socio, siempre me aconsejaba que contase hasta cien antes de tomar una decisión importante. Se lo agradezco, ahora ya sé lo que debo hacer: en lugar de lanzarlo al río, descuartizaré y enterraré en el bosque su cadáver.
Escrito por Rafa Sastre - Web
Lo imposible del corazón
Él se había propuesto tener experiencias "amorosas" en todos los continentes. Se sentía el rey del mundo, creía que lo podía todo.
¡Qué triste! Recorrer el planeta para volver con maletas cargadas de nada, para abrir la puerta de una casa vacía y darse cuenta de que seguía estando solo.
¡Qué triste! Recorrer el planeta para volver con maletas cargadas de nada, para abrir la puerta de una casa vacía y darse cuenta de que seguía estando solo.
Escrito por Malu
El final del túnel
Caminaba lentamente hacia la luz del final del túnel. Cada vez éramos más. Vestidos iguales acompasábamos nuestros pasos con una lenta y monótona cadencia militar. Nadie hablaba y en sus miradas se adivinaba la incertidumbre y la fría soledad. Creo que no me va a gustar nada la vida eterna.
Escrito por Arturo
El sueño de Gregorio
Estás comiendo una manzana y en una mordida, de pronto, aparece media cucaracha.
—No te preocupes —alcanza a decir la agonizante—, a mí una vez me salió un ojo humano en medio de una rata en descomposición.
Alguien llama a la puerta:
—Gregorio, es tarde, tienes que ir a trabajar.
—No te preocupes —alcanza a decir la agonizante—, a mí una vez me salió un ojo humano en medio de una rata en descomposición.
Alguien llama a la puerta:
—Gregorio, es tarde, tienes que ir a trabajar.
Escrito por Andrés Galindo - Web
Infalible
Las seducía de manera explícita, directa, casi mecánica. Desde la primera mirada su triunfo estaba asegurado. Las atraía, las deslumbraba, y sus ojos claros hacían el resto. Conquistar era su arte, por lo que jamás estaba solo. Su maniobra era tan certera e infalible que nunca pudo conocer el amor.
Escrito por José Luis Bulacio - Web
Hora punta
El chirrido de una biela oxidada me despertó de mi letargo. Una marea humana me había rodeado. Todos bailando al unísono con el vaivén del vagón. Allí no cabía ni un alma. Mis labios repetían una y otra vez su nota de despedida. Nunca jamás me había sentido tan solo.
Escrito por Stbn
Alta tensión
Alguien ha tirado del hilo. La telaraña se tensa anunciando actividad y muerte. Primero es un tirón suave, inapreciable. Después viene el nerviosismo, la impaciencia, la ira, la desesperación, luego la angustia y los espasmos… La tensión aumenta. Finalmente, la turbulencia atronadora del aspirador que destruye todo su mundo enmarañado.
Escrito por Luis San José - Web
El empleado más dedicado
Él trabaja todo el día, es el empleado más dedicado; no por el sueldo, sino porque de su patrona siempre ha estado enamorado.
Desde la escuela la conoce, cuando le hacía sus tareas. Ahora, de grandes, es lo mismo: él por ella desviviéndose y ella, como siempre, solo lo desprecia.
Desde la escuela la conoce, cuando le hacía sus tareas. Ahora, de grandes, es lo mismo: él por ella desviviéndose y ella, como siempre, solo lo desprecia.
Escrito por Lalo Barker - Web
Decisiones
Durante la cita habló de su vida: atrapado en el matrimonio, eran ya dos extraños conviviendo solo por los hijos. "Tú no sabes", dijo, soltando un profundo suspiro.
"Un artista consumado", pensó ella, sosteniendo la mirada de esos ardientes ojos.
Pero lo haría esforzarse un poco más antes de decidir.
"Un artista consumado", pensó ella, sosteniendo la mirada de esos ardientes ojos.
Pero lo haría esforzarse un poco más antes de decidir.
Escrito por Ruperto
El topo
Por tercer año consecutivo, sacaba el dedo, republicano y enfermo, por el orificio en el suelo junto al cabecero de la cama de su habitación y acariciaba la mano de su mujer, que la dejaba caer pensando en él cada vez que el falangista la visitaba, a cambio de medicinas.
Escrito por Rhythm Moon Blues - Twitter
¿Un escritor nace o se hace?
—Cuatro superventas en cuatro años y su editor ha anunciado un nuevo libro para diciembre. ¿Es inmune a la enfermedad del escritor?
—Es que yo no soy escritor.
Un estallido de aplausos y carcajadas siguió a sus palabras mientras él calculaba con pavor que ya sólo disponía de dos meses.
—Es que yo no soy escritor.
Un estallido de aplausos y carcajadas siguió a sus palabras mientras él calculaba con pavor que ya sólo disponía de dos meses.
Escrito por FNR
Punto de inflexión
Amanecía, los homínidos vagaban a cuatro patas, buscaban alimento, se reproducían, en un paraje inhóspito sobrevivían. De repente, uno de ellos se irguió y observó el amanecer, pero no como el tránsito de la noche al día. Un atisbo de gozo se reflejó en su rostro. Ese día todo cambió.
Escrito por Salvador Esteve
Coleccionando espejos
Ante el espejo, Alicia no se soportaba, flaca y larguirucha, rubia y
blanquísima. Su reflejo le parecía soso y vacío. Lo desechó de su famosísima
colección.
—¡No es más que un horroroso espejo usado!
En ese instante perdió la posibilidad de preguntarle, años después: "Espejito, ¿quién es la más bella?".
—¡No es más que un horroroso espejo usado!
En ese instante perdió la posibilidad de preguntarle, años después: "Espejito, ¿quién es la más bella?".