La 87ª noche del emigrante (II)
Bajó con todos al antro de turno, previo pago al portero, y lo sacudió un fuerte olor a tabaco. Pese al house atronador y el acento local, entendió que tocaba otra.
—Prost! —exclamó, jäggermeister en mano.
Las carcajadas lo acompañaron hasta el baño. Su móvil seguía vibrando en la chaqueta.
—Prost! —exclamó, jäggermeister en mano.
Las carcajadas lo acompañaron hasta el baño. Su móvil seguía vibrando en la chaqueta.
(In)culto al cuerpo
Acumulando lipoesculturas, cirugía de párpados y algún retoque de mentón consiguió cambiar su aspecto en poco tiempo. Sólo tras comprender que la verdadera belleza está en el interior superó su adicción a la cirugía. Desde que le trasplantaron el pulmón de aquel actor tan sexy, tiene alergia a los cacahuetes.
Escrito por Lluís T.
Aritmética simple para dos
Estando lejos lo hice, agarré la línea recta y la rompí en miles de trocitos que guardé en mis bolsillos. En el camino hacia ti los fui tirando despacio, y resolví el problema. La solución estaba ahí desde el principio; la distancia más corta entre los dos era tu sonrisa.
Escrito por Miguel Ibáñez
La sopa de la boba
Parecía boba y comía la sopa de sus padres. Y nini... Nunca aprobó primaria y no tenía talento para trabajar. Ni siquiera luces para prostituirse. Sus padres la educaron caprichosa, exigente, vaga; se lo daban todo... Un día, colocada, los asesinó sin dejar pistas. ¡Heredó un pastón, no tan boba!
Escrito por Iñaki Ferreras - Web
El largo camino del olvido
La estoy olvidando. No sé si fue hace dos años, ocho meses, veintitrés días, nueve horas, doce minutos y treinta y tres segundos, o si fue hace dos años, ocho meses, veintitrés días, doce minutos y treinta y cuatro segundos que ella me abandonó. Como verán, ya la estoy olvidando.
Escrito por Rubén Faustino Cabrera - Twitter
Cabo de Hornos
Espoleados por el ron, el eco de aventuras pasadas y la tormenta que azotaba la costa, los marineros sin oficio subieron al navío varado en el desguace del pueblo. Al grito de "¡Por las barbas de Neptuno!", la veterana tripulación celebró cómo los barriles de pólvora estallaban bajo la presa.
Escrito por Asier Susaeta - Web
Sucedió en mi cuarto de estudio
Tenía tres huchas en mi estantería: un soldado de roja casaca, un boy scout y una campesina. Cada uno guardaba cien euros en su interior. Un día el soldado se cayó, el explorador huyó entre los libros, la mujer sumó trescientos euros y yo, vengativo, la rompí y me emborraché.
Escrito por Crispín - Web
Sonrisa
La sangre le recordaba el mundo insalubre en el que vivimos. Las pinzas salían una y otra vez en rojo carmesí, sosteniendo esos pequeños tesoros. Cada diente en simbología de cada pecado y tantos pecados en seres tan pequeños.
Porque la mejor sonrisa es aquella que no muestra la dentadura.
Porque la mejor sonrisa es aquella que no muestra la dentadura.
Escrito por Ricardo Rodríguez Sánchez
3 de mayo
"¡Viva España!", grité clavándole mi navaja, ciego de odio. Mientras se desangraba murmuró en un quejido: “Maman”. Vi entonces que aquel soldado con uniforme francés era también un niño, apenas mayor que yo. Ahora, ante el pelotón, lloro por las dos madres que hoy perderán un hijo por su patria.
Escrito por Manuel Menéndez Miranda
El chaquetón
Como todos los martes, Pepa se asea, se peina y se echa la colonia que reserva para ocasiones especiales. Con el chaquetón hábilmente remendado, llega a la cita puntual. Quiere ser de las primeras.
Recoger el paquete de comida de Cruz Roja no es óbice para seguir siendo una señora.
Recoger el paquete de comida de Cruz Roja no es óbice para seguir siendo una señora.
Escrito por Amelia
Exaltación
Hacía mucho tiempo no escuchaba tantos elogios ajenos: un buen hombre, esposo ejemplar, empleado eficiente, excelente ser humano. Jamás se sintió tan querido.
Intentó levantarse para agradecer los cumplidos y saludar a todos los presentes, pero fue inútil: pese a todos sus intentos, la tapa del ataúd permaneció firmemente cerrada.
Intentó levantarse para agradecer los cumplidos y saludar a todos los presentes, pero fue inútil: pese a todos sus intentos, la tapa del ataúd permaneció firmemente cerrada.
Escrito por Daniel Castillo
Excusa infantil
Mami, la maestra ha dicho que don Quijote ha cabalgado en México y que Hércules luchaba en Argentina, pues yo le he discutido mucho, se ha armado el problema entre dos bandos, el de la maestra y el mío, al final intervine firmemente, y nada, me he tirado el semestre.
Escrito por Edwin Antonio Gaona Salinas - Web
Estío
La estación preferida por heladeros y organizadores de eventos al aire libre. Y yo, vagando por este parque oscuro y solitario, aunque rezumante de olores floridos de temporada que añaden sensaciones al frescor de la fuente recóndita. Allí será donde culmine nuestro "inesperado encuentro".
Mañana, a comprar la prensa, espero.
Mañana, a comprar la prensa, espero.
Escrito por Rafael Domingo Sánchez - Twitter
Por un agujerito
Toda su vida lo había hecho, aprendió de su madre, ensayó con su hermana, después con sus novios, más tarde con su primer marido, y después con sus hijos y con sus sucesivas parejas. Siempre estuvo mandando y solo sentía no poder seguir haciéndolo desde el cielo por un agujerito.
Escrito por Literatonovato - Web
¡Nieguen ahora que la Tierra es plana! (Relatos cúbicos III)
Erno Rubik III, desde la Luna, contemplaba el nuevo planeta Tierra.
—Señor, es una gran obra de ingeniería, un planeta artificial cúbico, dividido en seis caras de colores continentes y cincuenta y cuatro cuadrados simulando países. Pero, ¿qué haremos cuando comiencen nuevamente las guerras? —preguntó un científico.
—Mover las piezas.
—Señor, es una gran obra de ingeniería, un planeta artificial cúbico, dividido en seis caras de colores continentes y cincuenta y cuatro cuadrados simulando países. Pero, ¿qué haremos cuando comiencen nuevamente las guerras? —preguntó un científico.
—Mover las piezas.
El desafío de dar en el clavo
Valentín tiene martillo, cuadro que colgar en la pared y clavo, clavito si se llamara Pablo.
Mientras trabaja va elaborando un microrrelato. Un relatito.
Se sube a la banqueta, dispone el clavo, pero como su mente se le va al clavito, lanza el martillo... y se da en el dedo.
Mientras trabaja va elaborando un microrrelato. Un relatito.
Se sube a la banqueta, dispone el clavo, pero como su mente se le va al clavito, lanza el martillo... y se da en el dedo.
Escrito por Carmelo Carrascal
Asombrado
Oyó entrar al extranjero. Cauteloso, se acercó a él y le observó. No era diferente a los otros: pequeño, débil. Estaba pensando cómo le mataría cuando advirtió que el intruso sostenía algo en la mano izquierda. ¿Qué demonios era?
El Minotauro, que contemplaba asombrado el hilo, no vio la espada.
El Minotauro, que contemplaba asombrado el hilo, no vio la espada.
Escrito por Plácido Romero - Twitter
Demasiado tarde
Ausente, inmerso en la desidia, no lo ve venir. Sólo porque no mira. Pasa ante sus ojos, ciegos, sin pestañear, fijos en la ausencia. Quizás sí lo viese pero le bastó con mirar hacia otro lado.
Sólo cuando ya a penas era capaz de respirar, lo vio: ella se había ido.
Sólo cuando ya a penas era capaz de respirar, lo vio: ella se había ido.
Escrito por Lulú
Estrés
Después de que el médico revisó sus exámenes y descartara sus dos principales teorías de su misteriosa enfermedad, cuando salió de consulta, en vez de dirigirse a la farmacia fue a la agencia de viaje más cercana, porque su récipe le recomendaba: días de playa, besos y muchas piñas coladas.
Escrito por Sir Helder Amos - Web
Caperucita, la del cuento
Después de comerse a Caperucita, el lobo supo que era la mujer de su vida. La acogió en su regazo ignorando que no volvería a despertar.
Para ella, era la oportunidad perfecta para robar la fortuna del lobo.
Al final del cuento, ella y el cazador vivieron felices por siempre.
- Escrito por Diani
La memoria ahogada
El río se lo ha tragado todo. Paradojas de la vida o de cómo escribir sobre papel mojado. Hojas teñidas de azul que ahora se ahogan en el agua. Mi biografía. Escrita con la lucidez del superviviente que teme esa lacra oscura que amenaza con borrar, para siempre, mi existencia.
Escrito por Macarena Fernández - Web
Planeta Tierra (II)
Todo era caos. Gritos y empellones por doquier. Sintió que la arrastraban, pero no soltó la pequeña mano. De pronto lo miraba con ojos suplicantes: "¡Promete que nos veremos allá!". "Lo prometo", alcanzó a oír. Con lágrimas en los ojos leyó el brazalete que llevaban ella y el niño: Celtar.
Escena del crimen
Al fin había acorralado al impostor. No podía sino matarlo. Aguardó a que estuviera solo en la casa. Entró. Hizo lo que tenía que hacer y, para no dejar rastros, se puso a limpiar la escena del crimen. Entonces alguien llamó a la puerta. Era él... que venía a matarlo.
Escrito por Andrés Galindo - Web
No soy responsable de mis actos
La encontré en un semáforo. Me cautivó su olor, el baile de su pelo al andar y el rítmico movimiento de su culito respingón. La abordé como si no existiera un mañana...
Sentí una fuerte opresión en el cuello. Mi condición fiel y sumisa me alejó, entre aullidos, de ella.
Sentí una fuerte opresión en el cuello. Mi condición fiel y sumisa me alejó, entre aullidos, de ella.
Escrito por Fernando da Casa - Web
Consecuencias
El ratoncito Pérez ya no visita a los niños. Parece que al fin encontró un diente que encajaba en el hueco dejado por el que se le rompió.
Ahora los chicos están tristes. En la periferia, un grupo de preadolescentes organiza batidas para encontrarlo y saltarle un par de muelas.
Ahora los chicos están tristes. En la periferia, un grupo de preadolescentes organiza batidas para encontrarlo y saltarle un par de muelas.
Escrito por M. Carme Marí - Web
Hasta que la muerte nos separe
Desde la alféizar del décimo piso escuchaba atónita como su marido intentaba en vano salvarle la vida. Sabía que le engañaba y que era mentira todo lo que decía, pero mostrándose convencida agarró con fuerza la mano temblorosa que le ofrecía. Entonces fue como arrastrándolo a él, saltó al vacío.
Escrito por Encarna Cuesta García - Twitter
Proposición homicida
Tomaba un cubata con la bella estrella de mi chat, en un concurrido pub de Chinatown. Después de pagar con mis créditos, le dije de ir a mi piso. El coche iba a arrancar cuando ella chispeó, su piel se descompuso como cera. Cayó en mi trampa de cazador policía.
Escrito por Mase - Facebook
Candidato
Entre la chiquillada había destacado como el más reservado. Creció independiente, escapando siempre de la realidad, escondiéndose de los problemas, buscando atajos y encontrándolos como el mejor para no aparecer en escena. Hoy es el político de moda, va primero en los sondeos, y lo ha logrado escondiendo la verdad.
Escrito por Antonio Ortuño Casas
Extravío
Saturado de horizontes y de nieblas matinales, el farero perdió el norte y la estela de sus naves. Con sus ojos extraviados, busca los recuerdos varados en el vaivén de las olas. Por las noches, los destellos del viejo faro acunan, desde la lontananza, los fantasmas del insomnio del farero.
Escrito por Javier Igarreta Egúzquiza - Web
Gallo de corral
Paseaba pavoneándose con supremacía. Nunca se rebajaba a mirar, ni tan solo de reojo, a los súbditos de su reino. Cuello siempre estirado, mirada al cielo. Espalda recta, siempre altivo. Por no mirar no vio la piedra en el camino, cayendo de morros a los pies de quienes tanto despreciaba.
Escrito por Jessica Chamorro Olivares
El dinosaurio y el roedor
El imponente dinosaurio amenazó al diminuto roedor:
—Te lo advierto, insignificante renacuajo, ¡ni se te ocurra volver a molestarme mientras duermo o te aplastaré de un pisotón!
—Te aseguro, grandullón, que soy el menor de tus problemas —le respondió el roedor al mirar al cielo y ver llegar el meteorito.
—Te lo advierto, insignificante renacuajo, ¡ni se te ocurra volver a molestarme mientras duermo o te aplastaré de un pisotón!
—Te aseguro, grandullón, que soy el menor de tus problemas —le respondió el roedor al mirar al cielo y ver llegar el meteorito.
Escrito por Luis Goróstegui - Twitter
Al borde del coma
Hubiera preferido no tenerlo conmigo antes que verle así. Este compañero fiel, eje de mi vida social y nexo con el mundo exterior, pronto enmudecería. Mi soledad era inminente. La batería se agotaba inexorable ante mi mirada impotente... ¿Cómo era posible que me hubiera venido de vacaciones sin el cargador?
Escrito por Aurora Baeza
Hambre de tiempo
Tenía, ante sí, unos meses de vida y la posibilidad de publicar con inmediatez. No lo dudó. Adelgazó una historia hasta reducirla a la mínima expresión. Lo logrado fue impagable: la sensación de permanencia en el tiempo que le brindaron aquellas cincuenta palabras, anidando de forma progresiva en otras mentes...
Escrito por Nuria RG
Oportunidades de la vida
Recordar es jugar al escondite inglés. Mirar instantáneas, un revelado del olvido. Luisa abre la caja de hoja de lata del fondo del armario, repasa cada intervalo del ayer como si ahora fuera parecido. La cierra y la guarda. El balance: la vida no ha sido un juego de niños.
Escrito por Carmen Martínez Marín - Web
Reencuentro
Sacudiéndose el polvo de la soledad acumulado durante años, la espera envuelto en un halo de impaciencia y silencio. Ella, con mirada trémula, se despoja del tiempo de añorarlo. Emprende el camino anhelando su reencuentro.
Mi corazón huérfano, roto de dolor, se inunda de amor al imaginar su abrazo eterno.
Mi corazón huérfano, roto de dolor, se inunda de amor al imaginar su abrazo eterno.
Escrito por Pilar Alejos Martínez - Web
Sin final (senza fine)
"En el principio fue el verbo".
Le sugirieron una excedencia: tendría todo el tiempo para el ocio, sentiría el placer de no hacer nada.
Comenzó con una primera palabra. Pensaba que se acercaba al final, pero no se daba cuenta. Decidió vivir cada segundo dejando en cada palabra su vida.
Le sugirieron una excedencia: tendría todo el tiempo para el ocio, sentiría el placer de no hacer nada.
Comenzó con una primera palabra. Pensaba que se acercaba al final, pero no se daba cuenta. Decidió vivir cada segundo dejando en cada palabra su vida.
Escrito por Francisco Rubio Yepes - Web
Alergia no correspondida
Iba con mi vida bajo el brazo, para entregársela, cuando me la encontré con otro de la mano. De lágrima fácil como soy, enseguida me vi inventando explicaciones para mi súbita congestión. Él mostró sincero y amable interés. Ella, que sabe que en otoño no florecen gramíneas, bajó la mirada.
Escrito por Enrique Mochón Romera - Twitter
El tesoro (En el fondo III)
Todo anhelo pervive inherente a la identidad hasta cumplirse. Así, una fuerza motriz empujó su voluntad. Venció la oscuridad que dominaba sus fuerzas, removió en la memoria siguiendo impulsos primarios de su corazón y, tomando el horizonte como bandera, emprendió rumbo fijo, siendo latidos y pasión indispensables en su travesía.
No es lo que parece
Yo voy a menudo a oírlos charlar, a mirarlos lamerse mutuamente durante horas, a dejarme penetrar por ellos hasta lo más profundo, a subirme sobre cada uno y ser llevado a los lugares más secretos del Caribe, solo oyendo un bongo, una trompeta un timbal, una tumbadora y una conga.
Escrito por Juan Mono
Espejismo
Al escuchar el estallido corrió a preguntar a su padre qué había sucedido. Este, escopeta en mano, señalando el viejo espejo del que apenas quedaban unos fragmentos en los vértices del marco, dijo: "Le ordené varias veces que se fuera, pero no había manera de hacer salir a ese carcamal".
Escrito por Juana Mª Igarreta Egúzquiza - Web
Promesa cumplida
Le hizo prometer a su hijo que, mientras ella viviera, no se casaría con aquella mala mujer. "Tenía razón", medita la novia al tiempo que avanza parsimoniosa hacia el altar. Bastó un almohadón para demostrar mi vileza. Aunque el médico certificó que le falló el corazón: algo que nunca poseyó.
Escrito por María José Escudero
El hombre más rico del mundo
Siempre soñó con ganar la lotería. Con yates pretenciosos. Y mansiones obscenas. Y cuando más lo necesitaba, el caprichoso azar llamó a su puerta. Regalándole el amor de sus seres queridos. Abrazos sinceros. Y lágrimas de alegría. Sus marcadores tumorales al fin estaban a cero, y se sintió inmensamente rico.
Escrito por Stbn
La cría repudiada
La cría intentaba acurrucarse junto al cálido y bello plumaje de su madre, pero ella la empujaba cada vez con mayor violencia y desdén, así hasta que consiguió echarla del nido. Desde lo alto del árbol, cayó al suelo. Allí, malherida y triste, agonizó sin comprender la injusticia del mundo.
Escrito por Enrique Angulo - Twitter
Vampiro de almas
Las atónitas enfermeras confirmaron la muerte del paciente. El cirujano se quedó unos segundos con los ojos en blanco, aspiró y después dio un respingo.
Ordenó que cosieran mientras él comunicaba la fatalidad. Por el pasillo pensaba en la crueldad de sus actos, y en lo inevitable: si quería sobrevivir.
Ordenó que cosieran mientras él comunicaba la fatalidad. Por el pasillo pensaba en la crueldad de sus actos, y en lo inevitable: si quería sobrevivir.
Escrito por La Marca Amarilla
Armonías
En el desván de la casa hay un armario grande y muy antiguo. De esos que suelen llamar "de dos cuerpos". Lenita ha decidido guardar en él su muñeca decapitada. La coloca en el compartimento contiguo al de su hermana pequeña. Ahora el nombre cobra sentido. Y la distribución, simetría.
Escrito por Rafa Olivares - Web
SOS cósmico (Trilogía de las estrellas 2050 III)
Perdido control central atravesando el agujero de gusano. Activado sistema de emergencia. Aterrizamos accidentadamente sobre planeta de universo paralelo. Registradas condiciones ambientales óptimas, adoptamos apariencia inofensiva como estrategia de infiltración. Seres alienígenas bípedos nos evacuan en unidades de socorro llamadas A I C N A L U B M A.
Nada mejor
Terminó de cenar y salió a la calle en bicicleta porque no tenía nada mejor que hacer. La dejó aparcada mientras rayaba y rompía retrovisores de algunos coches. Cuando se cansó tuvo que volver caminando porque alguien sin nada mejor que hacer le había robado las ruedas y el sillín.
Escrito por Ana Belén Arbués
Dirty Dancing mortal
La muerte lo persiguió toda la vida; vivía asustado, sabiendo que jamás se desharía de ella.
La muerte, preocupada por que no disfrutara la vida, le dijo que le avisaría llegado el momento; cuando le pidiera un baile, sabría que sería su hora.
Aliviado, decidió apuntarse a clases de baile.
La muerte, preocupada por que no disfrutara la vida, le dijo que le avisaría llegado el momento; cuando le pidiera un baile, sabría que sería su hora.
Aliviado, decidió apuntarse a clases de baile.
Escrito por Rubén José Huertas Rojo - Web
No hay dos sin tres
—Mamá, no necesito ir al colegio.
—¿Qué pasa?
—Contigo aprendo más...
—Bobadas
—Mamá, el verbo "amar" me lo enseñaste tú.
—¿Y?
—También matemáticas.
—¿Como qué?
—Pues que tú y yo nunca dejaremos de ser tres.
—¿Tres, cómo es eso?
—Papá nos protege desde el cielo, dijiste...
—Verdad, hijo, somos tres.
—¿Qué pasa?
—Contigo aprendo más...
—Bobadas
—Mamá, el verbo "amar" me lo enseñaste tú.
—¿Y?
—También matemáticas.
—¿Como qué?
—Pues que tú y yo nunca dejaremos de ser tres.
—¿Tres, cómo es eso?
—Papá nos protege desde el cielo, dijiste...
—Verdad, hijo, somos tres.
Escrito por Ismael González Martín
¡Qué sumamente extraño me resulta todo!
Me sorprende la insólita circunstancia de circular sin cruzarme con otros vehículos. Kilómetros y más kilómetros de parajes yermos. Viajo por espacios inmensos, con una misteriosa sensación de soledad. Me esfuerzo mentalmente por buscar recuerdos, aunque sean difusos. Rememoro que unos ¿cuántos? días atrás se produjo aquella inevitable crisis mundial.
Escrito por José Antonio Barrionuevo - Twitter
El tropiezo
En aquella escalera, tropecé. No besé el suelo sino sus labios.
Cosquillas de espuma y piel de guante elevaron mi delirio a ensueño.
Desperté en un colchón de hielo quebrado sobre una zapatilla desparejada de él y el frasco de mi perfume roto.
Me dejé resbalar. Nunca se llamará Mario.
Cosquillas de espuma y piel de guante elevaron mi delirio a ensueño.
Desperté en un colchón de hielo quebrado sobre una zapatilla desparejada de él y el frasco de mi perfume roto.
Me dejé resbalar. Nunca se llamará Mario.
Escrito por María Jesús Briones Arreba
Juego de palabras
Sólo era eso: asaltarte los eneros, ser el nudo de una trama imposible y contarle los dientes al lobo. Hoy ha aparecido una página nueva en mi diario. Al abrirlo se ha escapado un 'quizás', me ha retado un 'pero' y me ha guiñado el ojo un '¡vamos!'. Y voy.
Escrito por Patricia Richmond - Web
El problema con el que vivimos
Caminas orgullosa. Por la mañana te extrañó que estos hombres fueran a buscarte a casa. Ahora sabes el porqué. Te gritan, te insultan, te escupen. Te muestran esa muñeca. No lloras. Pero sigues sin comprender. Negro, blanco, amarillo, rojo... No te pares, Ruby. Tiende los puentes. Nosotros no nos atrevemos.
Escrito por Jesús Garabato Rodríguez
Lejos de ti
Renuncié al abismo de tu boca porque me faltaban las alas. No brillaba en tus ojos la luz que busqué. Tuve que alejarme, mudar la piel y los espejos.
Aun así, llueve a mares entre estas paredes que habito y los peces bucean insomnes en el fondo de mi tristeza.
Aun así, llueve a mares entre estas paredes que habito y los peces bucean insomnes en el fondo de mi tristeza.
Escrito por Carmen Cano - Twitter
En comunidad
En mi edificio era imposible instalar un ascensor. Los propietarios de los pisos más bajos argumentaban que no les hacía ninguna falta, indiferentes a que yo viviese en el quinto. Sólo cuando murieron ahogados pude mudarme.
Mis vecinos actuales tampoco son mejores, desde que estoy encarcelado por volar la presa.
Mis vecinos actuales tampoco son mejores, desde que estoy encarcelado por volar la presa.
Escrito por Ángel Saiz Mora
Estimado Ratoncito:
Ruego pases por alto la pérdida del diente de Clara. La he visto llorando desconsoladamente en el patio al no poder demostrarte bajo la almohada su hazaña. Estoy seguro de que, con tu sabiduría, sabrás entender la situación.
Atentamente,
El profesor.
—Dásela a tus papás para que también lo sepan.
Atentamente,
El profesor.
—Dásela a tus papás para que también lo sepan.
Escrito por Enrique Caño
Solo faltaba la firma
El gato le arrebató el pincel y lo arrastró, manchando el sofá de pintura. Desde el suelo miró fijamente su obra maestra. No podía moverse, ni gritar. Su agradable soledad creadora se tornó en una maldición. Una lágrima resbaló por su mejilla y cerrando los ojos se abandonó al destino.
Escrito por Jesús Manzaneque Fraile
Una foto: la vida misma
Aquella foto de boda fue quedando vacía. En ella, sonreían los novios, las hermanas de la novia, su mejor amiga y la pareja de esta. El novio de su amiga resultó ser un maltratador, las hermanas pelearon, el marido la abandonó por su amiga. Ni siquiera tiene ya el vestido...
Escrito por Carmen Martagón E. - Twitter
Perdóneme padre porque (siento que no) he pecado
Con la elegancia que se le presupone a un asesino de su calibre, Giuseppe Consione se enfunda maestramente unos lujosos guantes de cuero negro mientras repasa por enésima vez el plan a seguir. Tan solo quiere terminar pronto el trabajo y acostarse cuanto antes. Mañana debe velar a su progenitor.
Escrito por José Ramón Sánchez Varela
Historia del Mundo Actual
En la Universidad, hoy toca exponer. Los alumnos hablan de: Mayo del 68, Guerra de Vietnam, Muro de Berlín. Por el estrado pasan: raperos, informales con corbata, alternativos. El profesor escucha. Las noticias informan de un nuevo atentado. ¿Cómo contarán estos futuros profesores a sus alumnos lo que hoy sucede?
Escrito por SnowThomas
Amor en la distancia
Es hoy cuando tengo que sacar fuerzas, para leer esta carta que tanto me cuesta. Pues es tan difícil decir las palabras que los demás esperan, y a la vez que puedan sentir el cariño que se les dispensa. Así pudiese llegarte este sentimiento hasta donde ahora tú te encuentras.
Escrito por Manu Cubicasa
Entereza
Sus pies no desisten, camina tan rápido como puede dejando huella de sus botas viejas en el lodo. Queda poco tiempo y el camino aún es largo; a cuestas, la bolsa plástica que guarda sus atesorados libros.
Seguramente nunca conocerá el océano, pero hoy el maestro le hablará de él.
Seguramente nunca conocerá el océano, pero hoy el maestro le hablará de él.
Escrito por Selene Argueta - Twitter
XXS
Asomarse al espejo y mantener los ojos abiertos no era fácil, llevaba desde temprana edad encerrada en el cuerpo equivocado.
Ante la maldita impotencia de chocar con ciertos cánones estéticos, no lo pensó; optó por la vía rápida, definitiva. Un mar turquesa se tragó sus temores. La devolvió sin ellos.
Ante la maldita impotencia de chocar con ciertos cánones estéticos, no lo pensó; optó por la vía rápida, definitiva. Un mar turquesa se tragó sus temores. La devolvió sin ellos.
Escrito por María José Sánchez
22 relatos y 11 títulos en 50 palabras
Al despertar me dijo mi padre: "Son tiempos difíciles, ha sido tu último asalto. Ellos siguen preguntándose quién les pedirá perdón. Tú querías alcanzar los 46, pero tienes tu destino escrito. Es mejor que decidas volver. Toma el último vuelo y abandona esta tierra extraña. Así, dejarás de ser invisible".
Escrito por Javier Puchades - Web
Episodio de una hazaña
Llegas a casa exhausto, extenuado, y todavía tendrás que recorrer la montaña sobre la cama para redescubrir las cobijas y almohadas. Sabes bien que es una aventura que sólo alguien tan intrépido como tú logrará realizar.
Es eso, o dormir de nuevo en el sillón, abrazado sólo a una frazada.
Es eso, o dormir de nuevo en el sillón, abrazado sólo a una frazada.
Escrito por Cristopher Josué Escamilla Arrieta - Twitter
Mi pregunta
—Pilar, mírame.
Y le cojo la cara con mis pequeñas manos hasta conseguir que me mire a los ojos.
—¿Mamá tiene metástasis?
Soy pequeña, aún no tengo doce años, pero sé qué significa esa palabra.
Mi tía, su hermana menor, desvía la mirada y llora amargamente.
Ya soy una mujer.
Y le cojo la cara con mis pequeñas manos hasta conseguir que me mire a los ojos.
—¿Mamá tiene metástasis?
Soy pequeña, aún no tengo doce años, pero sé qué significa esa palabra.
Mi tía, su hermana menor, desvía la mirada y llora amargamente.
Ya soy una mujer.
Escrito por Gil Hernando de Santiago
La viuda
Sería la enésima boda de la famosa viuda millonaria. Heredera de todo tipo de bienes, procedentes de sus anteriores maridos, sonreía feliz ante los flashes.
Un aprensivo grupo de escritores se ocupa en acaparar y almacenar miles de palabras, pues se rumorea que su último amante es un afamado escritor.
Un aprensivo grupo de escritores se ocupa en acaparar y almacenar miles de palabras, pues se rumorea que su último amante es un afamado escritor.
Escrito por Isidro Moreno Carrascosa - Web
Impregnación
Quedó su fantasma y algo más. François colocó el taburete en el centro del baño. Dispuso encima un pañuelo con mocos, un algodón teñido de azul, una compresa y, en el centro del altar, su perfume. Abrió el frasco. Una lágrima descendió en turbulencia lechosa por el Eau de Rosa.
Escrito por Cristina Aguas
No habrá recompensa para los malvados
—Allah, ya estoy aquí. ¿Dónde me esperan las setenta y dos huríes que me corresponden?
—Yo no pedí tal barbaridad en mi nombre. Nadie te espera.
Rubén soltó el bolígrafo sobre la mesa. Pensó que escribirlo le aliviaría, pero no podía dejar de mirar la cama vacía de su hermano.
—Yo no pedí tal barbaridad en mi nombre. Nadie te espera.
Rubén soltó el bolígrafo sobre la mesa. Pensó que escribirlo le aliviaría, pero no podía dejar de mirar la cama vacía de su hermano.
Escrito por Galilea - Twitter
Diseños rurales
Acercarse a la ventana, mirar de reojo por el visillo y escuchar. Esa era la rutina nocturna de mi abuela en el verano. Supongo que después de hacerle trajes a todo el pueblo sentada a la fresca, le gustaba saber si ella iba desnuda o también tenía vecinos diseñadores.
Escrito por Cuarta Lobo
De cómo el Cielo se convirtió en un infierno
Los ángeles de la centralita no daban abasto. La humanidad entera pidiendo favores. Luzbel, elegido delegado sindical, solicitó una entrevista con el Patrón. Desde entonces, un prefijo 902 distribuye las oraciones:
Si quiere rezarle a la Virgen, pulse 1.
Si desea orar a Alá, pulse 2.
Y suena la musiquita...
Si quiere rezarle a la Virgen, pulse 1.
Si desea orar a Alá, pulse 2.
Y suena la musiquita...
Escrito por Pepe Sanchis
Lavado de conciencia
La visita cada domingo desde que ella decidió abandonarlo.
Cuando se marcha, la lápida siempre queda impoluta, pero él continúa sintiéndose culpable.
Porque la lejía no blanquea la marca de la soga alrededor del cuello de ella, ni el cepillo de raíces eliminará jamás la inmundicia de sus abusos encubiertos.
Cuando se marcha, la lápida siempre queda impoluta, pero él continúa sintiéndose culpable.
Porque la lejía no blanquea la marca de la soga alrededor del cuello de ella, ni el cepillo de raíces eliminará jamás la inmundicia de sus abusos encubiertos.
Escrito por Asun Paredes
Maldito
Aquel desgraciado devolvió voluntariamente el cuadro de Munch al museo y, aferrado a la celosía del confesionario, me juró que nunca volvería a robar. Aún no puedo desterrar de mis pesadillas sus manos intentando taponar los oídos, el rostro cadavérico, aquellos ojos desorbitados, esa boca que era un puro grito.
Escrito por Belén Sáenz
Hombre y filantropía
Salí en busca del almuerzo. Un indigente mostraba un plato vacío. A la vianda le agregué un sándwich de jamón y queso. Regresé, no estaba en su lugar. Tenía que dárselo, calmar mi necesidad. Lo vi en la Plaza. Se lo ofrecí. Sorprendido, lo tomó y su boca lo despedazó.
Escrito por Yolanda SA - Web
La razón de su vida
Para muchos, ramera. Para otros, santa. Reunía todo para seducirlos: belleza, magnanimidad. carisma, vehemencia, apasionamiento por los humildes, porque ella, emblema de sofisticación y aristocracia, conoció la desolada indigencia. Se casó con un General, fue Jefa espiritual de su pueblo. Víctima del infame cáncer murió a los 33 como Jesucristo.
Escrito por Lucía Folino - Web
Revelación
La primavera se instaló aquella mañana sin previo aviso. La manecilla del reloj se paró y de sus bordes brotaron hojas verdes. El cuco cambió su melodía. Salieron polluelos en el nido del árbol. La gata se arrebujó junto a la ventana con los ojos cerrados. Fue mi mejor sueño.
Escrito por Mª Luisa Pérez Rodríguez
La revelación
El azar me condujo, con luces apagadas, al lecho de una desconocida. Esa noche, a oscuras, alcancé cimas de placer remotas hasta para mis fantasías.
La implacable inquisidora que acudió al amanecer dictaminó que había gozado con una mujer algo mayor, ligeramente masculina, decididamente fea.
Y comprendí a John Lennon.
La implacable inquisidora que acudió al amanecer dictaminó que había gozado con una mujer algo mayor, ligeramente masculina, decididamente fea.
Y comprendí a John Lennon.
Escrito por Georges
Miradas
Para recuperar trozos de vida perdidos, arrancándolos del inexorable paso del tiempo, me gustaba observar las fotos de los familiares que se habían ido. Nunca advertí si ellos notaban algo desde el otro lado del papel, pero ahora sé que resulta conmovedor sentirse añorado; así que nunca dejes de mirarme.
Escrito por Pablo Núñez - Twitter
Escrito por Pablo Núñez - Twitter
Elegido mejor relato de julio de 2017
Mensaje en una botella (Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis: Hambre)
La trémula llama apenas alumbraba chispas de vida sobre los cuerpos enflaquecidos por la prolongada sequía. En aquel polvoriento chamizo, sólo una vela permanecía erguida a lomos de una botella de Coca-Cola que la marea había abandonado en la cercana costa, con decolorados restos de confeti, procedente del otro mundo.
El amante de mi mujer
Llamé a casa desde la oficina. Estaba seguro de que me engañaba.
—¿Dígame?
No podía ser. Esa voz tan familiar... ¿Pero cómo podía ser posible? No daba crédito. Estaba confuso. Era mi propia voz. Al fondo escuchaba reír a mi mujer. Maldita...
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
"¡Clack!", me colgué ofendido.
—¿Dígame?
No podía ser. Esa voz tan familiar... ¿Pero cómo podía ser posible? No daba crédito. Estaba confuso. Era mi propia voz. Al fondo escuchaba reír a mi mujer. Maldita...
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
"¡Clack!", me colgué ofendido.
Escrito por Raquel Tevas Cisneros
Al infinito y más allá
—Jadiya, la vida es como un avión; debes aprender a pilotar entre las turbulencias de este cielo llamado "mundo" y jamás perder la paciencia.
Sujeté su mano con fuerza y le dije:
—Sólo te pido una cosa: nunca dejes de volar conmigo.
Me sonrió. Y aquí seguimos. ¡Feliz aniversario, cariño!
Sujeté su mano con fuerza y le dije:
—Sólo te pido una cosa: nunca dejes de volar conmigo.
Me sonrió. Y aquí seguimos. ¡Feliz aniversario, cariño!
Escrito por Geyna López - Twitter
Tradición familiar
"¡De payaso nada, so cobarde!", le gritó su padre encaramado en el trapecio, dando después un impecable salto mortal. Él guardó silencio y caminó lentamente hasta su refugio, allí donde la soledad se precipita con el viento en el océano desde lo alto del acantilado. "¡No será tan difícil!", pensó.
Escrito por Luis San José - Web
La caza
Primero, ir a la Cola de recuerdos. Una vez hayamos escogido algunos, procederemos a situarnos ante los Recuerdos a preparar y, con un poco de suerte, alcanzaremos la fila de los Recuerdos a recibir. Solo respetando estos pasos llenaremos el odre de la memoria. ¡Que haya buena caza, queridos amigos!
Escrito por María José Viz Blanco
Reflejo
Nos miramos desde la cambiante lejanía. Haciendo los mismos gestos. Si respiro, inspira a la vez. Tengo que ganarle esta última carrera. Al sonar el disparo, miles de espejos se desplazan alargando el laberinto.
Cuando creo que he ganado, siento que he perdido. Sudorosas nos miramos. Alicia es mi reflejo.
Cuando creo que he ganado, siento que he perdido. Sudorosas nos miramos. Alicia es mi reflejo.
Escrito por Carmen Hinojal
Emoción
Me atrapas en tu tela de araña llena de notas. Las mariposas no cesan de revolotear alteradas en mi estómago, esa sensación subiendo a través del pecho, tan fuerte que apenas me deja respirar, lágrimas que sin control brotan de mis ojos. Nunca dejes de sonar, me haces sentir viva
Escrito por Isabel Mora
Agitada mente
Qué caro está todo. El niño al médico. Un ERE en la empresa de Lolo. ¿Cuándo le daban las notas? La derrama del ascensor nuevo. Suenan sirenas... ¿Qué pondré de comer mañana? Me noto un bulto por aquí... ¿Bomberos en la escalera? Llega el verano. El próximo curso, uniforme nuevo.
Escrito por Maest
Domingo (I)
Sí, era agosto, pero llovía. El ambiente estaba impregnado de tristeza y adioses. Elsa estaba cansada de dar abrazos a desconocidos, de explicar una y mil veces cómo había sido: "Me asusté porque sabía que de aquella noche no pasaba, pero me acobardé y me fui".
Mindfulness
Cierro la puerta. Cada vez soporto menos la tensión. Hoy no sucederá. Respiro consciente antes de comenzar la reunión. La ira acumulada cabe en un puño. Después, la calma. Reparo en la sangre de mi corbata y abro a la policía. Mientras me esposan dicen que soy el único superviviente.
Escrito por Jerónimo Hernández de Castro - Twitter
Guerrilla urbana
Accede al callejón con el sigilo de un gato. De su mochila extrae varios aerosoles y, sin perder un segundo, ejecuta su trabajo sobre la inmaculada pared. Escudriña en la noche al olfatear la amenaza. Un rastro de adrenalina, olor a pintura y a transgresión va dejando en la huida.
Escrito por Mª Jesús Rodríguez
Sur profundo
Hubo una cierta complicidad cuando te vi. Pisé tus piedras y me senté sobre ellas. Caminé hacia ti y dejé que acariciaras mis pies. Esperé y pensé. Mientras retrocedías para volver con más fuerza, dijiste: "Shhh". Callé y escuché. Me pedías guardar el secreto de lo que vivimos aquel día.