El urbanita intrépido
Cuatro días en la estepa kirguisa habían alterado los planes de su sofisticado aparato digestivo. La austeridad de la yurta y una alimentación basada en carne de caballo hallarían su feliz desenlace bajo el confort de aquella pensión rural.
Confrontado por aquella oquedad en el suelo, sopesaba ahora sus opciones.
Confrontado por aquella oquedad en el suelo, sopesaba ahora sus opciones.