Cuento de Navidad
Pedí un café y me dispuse a escribir. Era seis de enero.
Preguntó si podía sentarse, su mirada infundía paz. Se llamaba Gaspar. Compartimos confidencias y soñamos. Le prometí leerle mi cuento.
Aparecieron ellos y se lo llevaron a su residencia, el psiquiátrico. Las luces de Navidad se apagaban lentamente.
Preguntó si podía sentarse, su mirada infundía paz. Se llamaba Gaspar. Compartimos confidencias y soñamos. Le prometí leerle mi cuento.
Aparecieron ellos y se lo llevaron a su residencia, el psiquiátrico. Las luces de Navidad se apagaban lentamente.